Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la recuperación económica mundial será desigual y el crecimiento global de este año alcanzará 3,5%, mientras que en 2016 será de 3,8%.

El informe de perspectivas del FMI divulgado en la reunión de primavera de los organismos financieros que tiene lugar en Washington, DC, indica que las economías industrializadas avanzarán más que las emergentes o en desarrollo.

Según el director del Departamento de Estudios del FMI, Olivier Blanchard, las secuelas de la crisis financiera y la crisis de la eurozona aún pesa en el gasto y crecimiento de algunos países, lo que, a su vez mantiene los altos niveles de endeudamiento. “Las perspectivas de crecimiento más moderadas provocan a su vez una disminución del gasto y un menor crecimiento en la actualidad”, apuntó.

El informe del FMI también destaca la bajada de los precios del petróleo y la volatilidad de los tipos de cambio como factores que ralentizan la recuperación, especialmente en los países exportadores.

En este contexto, destaca el aumento de los riesgos financieros y geopolíticos, aunque considera que los peligros macroeconómicos han disminuido.

Además, subraya la desaceleración en China, uno de los motores de la economía mundial, como un elemento que inhibirá la inversión a nivel global. Con respecto a América Latina, el FMI proyecta un mayor debilitamiento debido a la caída de los precios de las materias primas, con un estimado de crecimiento promedio de apenas 1%.