La estadounidense Elliott Wave International, que dirige Robert Prechter, el analista de Ondas de Elliot más prestigioso del mercado, lo tiene muy claro: España es, tras Grecia, el país con mayor riesgo para invertir de toda la zona euro. El motivo radica en que el sobredimensionado mercado inmobiliario español aún no se ha ajustado. El precio medio de la vivienda tan sólo ha caído un 9% interanual en 2009, muy inferior a la registrada en Gran Bretaña (20%) o EEUU (un 32%). El problema es que la banca está manteniendo artificialmente el precio de los pisos para evitar pérdidas en sus balances. "Está repitiendo la estrategia seguida en la crisis (inmobiliaria) de los 90, cuando las entidades mantuvieron los inmuebles en cartera hasta que llegó la recuperación económica para poder venderlos a precios aceptables", indican los analistas. La jugada salió bien, así que "¿por qué no intentarlo de nuevo?". Sin embargo, la crisis actual es diferente a la de entonces. El único problema es que "la capacidad de recuperación del mercado inmobiliario español podría evaporarse", advierten. Los últimas previsiones, entre ellas las del BBVA, avanzan que la depreciación continuará en 2010 y 2011. Se acaba la liquidez y a los bancos "no les quedará más opción que vender sus propiedades" a pérdidas.