Entrevista a Joaquín José Gómez, director del Centro Nacional de Aceleradores de Sevilla

Entrevista CNA1Agenda de la Empresa: Háblenos un poco del Centro.

Joaquín José Gómez: El CNA se crea en 1999 como un centro mixto entre la Universidad de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. No obstante, el primer acelerador llega antes, en 1997. Es una instalación científico-técnica singular, una de las 23 grandes instalaciones que hay en España, y está dedicada a investigación con aceleradores de partículas. Las ICTS, las instalaciones científico-técnicas singulares tienen la característica de que están orientadas al uso, no solamente por investigadores del centro, sino también por toda la comunidad nacional e internacional tanto de investigadores como de tecnólogos. Así, es un centro abierto, de forma que toda persona, científico o institución que quiera hacer uso de los aceleradores nos envía una propuesta que es analizada por el comité científico y si se le encuentra el valor científico-tecnológico suficiente pues se lleva a cabo en las instalaciones.

A.E.: De esta forma, ¿quién puede acceder al CNA?

J.J.G.: El uso externo se realiza a través de solicitudes. Así, por ejemplo, un grupo de investigación español o extranjero, o incluso una empresa que tiene unas necesidades en concreto, nos remite una propuesta y nos dice que necesita hacer uso de nuestros aceleradores durante un tiempo determinado. Esa solicitud, con esa justificación, se le envía a algún miembro del comité científico del centro que analiza la petición y si ve que es fundamentada, que tiene un interés científico correspondiente, se aprueba. Por supuesto, el uso de los aceleradores tiene un coste y por ello las personas que lo solicitan deben tener una financiación adicional a partir de sus propios proyectos de investigación o, si es una empresa, a partir de sus propios fondos. Así, contando con la aprobación del comité científico y sabiendo que los usuarios tienen los fondos para llevar a cabo el experimento, se aprueba, y los propios físicos y técnicos del CNA se encargan de colaborar con las entidades proponentes para llevar a cabo el experimento. Nosotros en el CNA actualmente somos 54 personas, de las cuales tenemos 23 doctores y también nuestros propios proyectos de investigación que vienen tanto de fondos nacionales como de fondos europeos o autonómicos, de contratos que tenemos con distintas empresas… Nosotros sí tenemos nuestra propia financiación para hacer esa investigación, de tal manera que incluso cuando uno de los investigadores del centro quiere utilizar los aceleradores también sigue exactamente el mismo procedimiento.

A.E.: ¿Cuáles son las líneas de investigación del CNA?

J.J.G.: Tenemos cinco líneas principales de investigación. La primera está relacionada básicamente con el análisis de materiales, se hacen muchos trabajos en esta línea relacionados con ciencia de materiales, con estados sólidos e incluso también con el análisis de materiales arqueológicos. La segunda línea importante es la espectrometría de masa con aceleradores, que consiste en determinar fracciones pequeñísimas de una parte en un billón o de una parte en mil millones de núcleos, normalmente núcleos radioactivos, que existen en el medio ambiente. Está enfocado principalmente a estudios ambientales, de los hielos del ártico, del movimiento de los océanos, de los sedimentos que hay en la cuenca oceánica… La tercera línea está relacionada con la física y la instrumentación nuclear y ahí en particular hacemos desarrollo de nuevos detectores, de nuevos instrumentos que se utilizan en las grandes instalaciones internacionales como puede ser, por ejemplo, el CERN en Ginebra. La cuarta línea son las aplicaciones en el tema de radiación. Es decir, utilizamos nuestros aceleradores de partículas y también una fuente que tenemos de fotones, una fuente de Cobalto 60, para irradiar distintos materiales. Principalmente, esto se utiliza mucho para los componentes que luego se van a llevar a los satélites porque los podemos probar aquí en tierra y ver que van a ser resistentes al nivel de radiación que tendrán cuando estén en el espacio. Por último, tenemos una línea importante de investigación en lo que sería la parte de radio farmacia e imagen médica. Aquí tenemos un acelerador, un ciclotrón, con el que se producen los isotopos que se utilizan dentro de las moléculas para hacer la técnica de imagen PET, imagen por tomografía de emisión de positrones, y también tenemos un tomógrafo PET/CT, que se utiliza para el diagnóstico de cáncer a través de un convenio que tenemos con el Servicio Andaluz de Salud.

A.E.: ¿Qué proyectos se están llevando a cabo ahora?

J.J.G.: Hay muchos proyectos que se están llevando a cabo. Por destacar algunos, estamos actualmente estudiando, en colaboración con Centro de Materiales, la estructura de materiales con capas muy finas en el sentido de que son materiales que se producen depositando por distintos procedimientos capas del orden de algunas micras. Aquí lo que vemos precisamente es el grosor de esas capas finas y la composición elemental muy detallada que tienen. También tenemos proyectos por ejemplo para desarrollar procedimientos para analizar núcleos radioactivos especiales. En concreto, el Uranio 236, el Plutonio 239 y el Plutonio 240, haciendo uso de los aceleradores. Tenemos técnicas para ver fracciones ínfimas de esos núcleos en distintos tipos de muestras ambientales. También tenemos un servicio que nos permite hacer datación por la técnica del Carbono 14 y, utilizando esos procedimientos, contribuimos a todos los estudios arqueológicos que se hacen prácticamente en toda España,dándoles dataciones precisas de las muestras que cada uno vaya teniendo. También tenemos un proyecto muy interesante de desarrollo de instrumentación de desarrollo de nuevos detectores que se utilizan en los reactores de fusión nuclear. En varios centros, pero en particular en Francia, hay un reactor que se llama ITER, donde se están produciendo las condiciones necesarias para conseguir energía por fusión. En ese reactor es necesario controlar el plasma de núcleos que se forma ahí y para ello es necesario desarrollar nuevos detectores muy resistentes a la radiación. Entonces, en concreto, aquí en el CNA estamos estudiando nuevos materiales que se utilizan para esos detectores, haciendo uso de una técnica, la ionoluminiscencia. Es decir, que cuando le llega una partícula a un material determinado suelta luz y esa luz es la que medimos. Y a partir de medir la luz se sabe las partículas que han llegado.

Entrevista CNA 4A.E.: ¿Qué significa para Andalucía tener el CNA?

J.J.G.: Para Andalucía y para España en general, tener un centro de estas características realmente cubre una necesidad importante en España. Nos faltaba tener un equipamiento experimental adecuado, tener grandes instalaciones del tipo que tenemos aquí al igual que en otros países de nuestro entorno; en la propia Portugal hacía ya 10 años que había un centro análogo. Cuando aquí se crea a finales de los años 90 el CNA cubre una necesidad digamos importante. Este centro permite, por un lado a los investigadores españoles tener un punto donde puedan desarrollar su instrumentación incluso si luego van a ir a grandes instalaciones internacionales. Y a las empresas españolas les permite tener un referente focalizado en las aplicaciones de los aceleradores de partículas que les permite también desarrollar su instrumentación, entrar en contacto con la comunidad científica. Creo que el CNA es un centro muy importante también orientado a la formación de tecnólogos y de científicos experimentales en una línea de desarrollo internacional muy grande como es la ciencia de aceleradores.

A.E.: Háblenos sobre su programa de divulgación.

J.J.G.: Tenemos clarísimo desde el principio que la divulgación es una necesidad para todas las ramas de la ciencia y dedicamos un esfuerzo importante a este punto. Prácticamente todos los viernes lectivos del año tenemos grupos escolares de Bachillerato que vienen aquí a conocer las instalaciones; no tiene nada que ver la ciencia, la física que se ve explicada en una pizarra con fórmulas con la física que corresponde a ver un acelerador de partículas. Además, aparte de la propia web del CNA, tenemos una página específica de divulgación, presencia en las redes sociales -actualmente la manera de contactar con la gente joven-, participamos en la Feria de la Ciencia y en otras actividades y, siempre que podemos, los científicos del CNA damos charlas y conferencias.

A.E.: ¿Cuáles son los proyectos a medio y largo plazo del CNA?

J.J.G.: En los proyectos a largo plazo continuamos en las cinco líneas de investigación que tenemos, progresando de una manera adecuada. Por destacar alguno, vamos a intensificar el carácter del CNA como centro de desarrollo de instrumentación de detectores para grandes instalaciones europeas e internacionales en varios ámbitos como la fusión nuclear, la investigación básica… Por otro, queremos desarrollar sin duda alguna las capacidades que tenemos en el ámbito de imagen médica. Aquí tenemos ciclotrones que permiten producir radioisótopos de vida muy corta, por lo que hay análisis que uno puede hacer de tipo oncológico y neurólogo que se pueden llevar a cabo únicamente aquí. Esa línea es una parte muy importante. Y también queremos contribuir a lo que serían las partes relacionadas con la nueva tecnología, el tratamiento del cáncer, que es la terapia mediante protones. Es una nueva terapia que permite un tratamiento muy focalizado de las enfermedades cancerosas, especialmente idóneo para tratar los cánceres pediátricos. Así, en un futuro a medio plazo nos gustaría en el CNA poder contribuir a esa terapia con protones.

A.E.: Cuéntenos algo más sobre esa terapia.

J.J.G.: Consiste en tratar un cáncer con un método de radioterapia y en lugar de hacerlo con los aceleradores de electrones habituales que hay en los hospitales, sería haciéndolo con aceleradores de protones, que son partículas más pesadas, cuya ventaja es que depositan su energía en un espacio mucho más localizado, mucho más pequeño. Desde ese punto de vista, la terapia producida con los protones permite tratar el cáncer en la zona donde se está produciendo sin irradiar las zonas exteriores. Eso es especialmente útil en el caso de cánceres pediátricos porque la extensión es mucho más pequeña y el efecto negativo que podría tener la radiación de la zona externa, los efectos secundarios, en el caso de los niños, tienen muchos más años por delante para desarrollarse. Éste es un aspecto que se está desarrollando en Europa, se desarrollará más en los próximos años, y en el CNA nos gustaría contribuir a ello.

A.E.: Hace poco acogieron un evento de la Agencia Espacial Europea.

J.J.G.: Sin duda alguna, tenemos muy claro que un centro de estas características tiene que tener una relación muy importante con las grandes organizaciones internacionales de investigación y también, por supuesto, una colaboración muy estrecha con las empresas del entorno. En el caso de la Agencia Espacial Europa, este evento se llevó a cabo con la colaboración que tenemos con la empresa Alter de tecnología aeroespacial, colaboración estratégica desde hace muchos años. Nos propusieron organizar aquí una reunión de un grupo de la Agencia Espacial Europea. Uno de los objetivos que tenemos en el CNA es que la Agencia Espacial Europea nos reconozca como uno de los laboratorios donde se pueden hacer las pruebas necesarias para su equipamiento y también el de la NASA. Con estos eventos ellos nos conocen y nosotros podemos conocer las necesidades en el ámbito de la investigación aeroespacial y las necesidades de las empresas que contribuyen al desarrollo de la instrumentación de estos satélites.

A.E.: El CNA es uno de los pocos laboratorios de todo el mundo que está capacitado para realizar ensayos en dispositivos que van a ser utilizados después en las misiones espaciales.

J.J.G.: Efectivamente. Hay otros en Europa y otros laboratorios que se desarrollan de esa manera específica. Quizás el aspecto que yo diría único del CNA es su multidisciplinariedad. Actualmente tenemos cuatro aceleradores de partículas, un irradiador de fotones de Cobalto, un tomógrafo PET/CT y desde ese punto de vista cubrimos ámbitos desde la investigación fundamental en física nuclear, en física de partículas, campos relacionados con la salud, con la tecnología aeroespacial, con el medio ambiente… Desde ese punto de vista para nosotros es importante que nos visualicen las grandes organizaciones de todos esos campos. Es un reto importante y da un poco de vértigo, pero es claramente la vocación del CNA.

A.E.:¿Existe una buena base de científicos en Andalucía?

J.J.G.: Diría que en Andalucía la formación académica de científicos tiene un nivel muy alto y no tiene que envidiarle nada a ningún otro centro en Europa o en el mundo. En Andalucía hay universidades muy punteras en investigación como la de Granada y la de Sevilla, hay muchos centros de investigación, en particular centros de investigación del Consejo… por lo que la materia prima es muy importante. Lo que es necesario es mantener un nivel de financiación suficiente para que esa materia prima realmente repercuta para todo lo que es Andalucía y España. Y eso no se improvisa ni se consigue con bandazos grandes de financiación de picos y bajadas, sino con una constancia, que es lo que realmente hemos echado de menos estos últimos años.

 

Inmaculada Sánchez