En 2011 China fue el primer país del mundo en cuanto a exportaciones de bienes, y el segundo en importaciones, lo que supone cerca de 1,9 y más de 1,7 billones de dólares respectivamente. Y si bien España ocupaba el puesto 23º en cuanto a importaciones, con un 1% del total, como suministradores sólo alcanzamos el 40º, un 0,43%. A día de hoy el gigante asiático cuenta con más de 600 empresas españolas, muchas de las cuales llegaron al país en 2010 buscando expandir sus mercados frente a la crisis, de hecho, durante dicho año China recibió más de 1.200 millones de euros en inversiones procedentes de capital español.

Pero estos datos no reflejan la realidad de las compañías en un mercado que se rige por normas muy diferentes a las occidentales. Y es que muchos gigantes empresariales se han tropezado con la Gran Muralla China debido, en parte, por el goloso sueño que representa convertirse de la noche a la mañana en una marca líder para 1.400 millones de personas. Ni Mattel con su Barbie, ni las subastas de EBay ni el todopoderoso Google se han librado de sufrir dolorosos reveses por variados motivos: exceso de confianza, falta de adaptabilidad, choque cultural…

Esto no quiere decir que el éxito no pueda alcanzarse, y precisamente varias cadenas de franquicias paladean las mieles de la victoria, como McDonald’s, con más de 1.000 establecimientos, o las cadenas de Yum, que superan los 3.000. En España el año 2012 se presenta como una gran oportunidad para las franquicias, gracias al acuerdo alcanzado entre una de los principales despachos de consultoría del país, mundoFranquicia Consulting, y Suoyou Limited – GMG, asesoría especializada en la globalización de compañías, que ha prestado asistencia a marcas como Pepsico, Volswagen o Airbus.

Para Mariano Alonso, director general de mundoFranquicia, “este convenio nos permite ofrecer a las enseñas que buscan consolidarse en el exterior un punto de apoyo, basado en la experiencia, que cubre todas las necesidades que requiere la expansión de una franquicia en suelo chino. Hablamos de una estrategia de implantación que involucra todos los procesos legales y administrativos específicos de la legislación del país, además de la adaptación del concepto de negocio a las peculiaridades locales, manteniendo la filosofía de la cadena, así como la expansión mediante la concesión de franquicias, que requiere de una metodología específica”.

En palabras de Beatriz Irún, CEO de Suoyou Limited, “llevamos desde el 2005 implantados en China, contamos con oficinas en Pekin, Shanghai, Guanzhou y Hong Kong y tenemos un equipo mixto multidisciplinar que nos permite asesorar a las empresas que deciden desembarcar en China, asegurándonos que logran establecerse con éxito y vigilando en todo momento su desarrollo. Es cierto que los datos económicos del país atraen a muchas empresas ávidas de buenos resultados económicos, pero este mercado no es en absoluto sencillo, requiere un esfuerzo constante y una estrategia clara por lo que nuestra empresa aportamos la experiencia de mercado para que sea más provechoso el logro de objetivos”.

Es una realidad, que China es un mercado con grandes diferencias culturales, por lo que esta compañía traslada a sus clientes la necesidad de construir un sistema de gestión autónomo que les permita control desde sus matrices sin que exija su presencia física permanente. “Somos los ojos de nuestros clientes en China. Ser capaces de mirar con ojos occidentales pero sabiendo entender los parámetros de consumo y comportamiento chinos ha sido en estos últimos ocho años una de las claves de nuestro éxito y el de nuestros clientes marcando estrategias y aprovechando oportunidades de negocio en un mercado sometido al cambio constante y a rápida velocidad. En pocos años estamos siendo espectadores del paso de país productor a país consumidor. China nos da grandes oportunidades que estamos aprovechando y haciendo que nuestros clientes accedan a ellas: vemos el 2012 como el año de la franquicia”, afirma Beatriz Irán.