El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha señalado que “España no puede perder el tren de la digitalización” durante la presentación del estudio sobre la digitalización de la actividad económica en España, ‘España y el reto de la transformación digital de la economía’, elaborado por Roland Berger para Siemens.

Rosell afirmó que una de las claves para no perderlo es la formación digital “desde párvulos hasta la Formación Profesional; desde las guarderías hasta la Universidad” y apuntó que el proceso de transformación digital “lo cambia todo en el mundo de los negocios y en la vida cotidiana, de manera muy rápida y exponencialmente”. Para Rosell, está claro que la digitalización transforma los negocios y rebaja los costes, lo que significa que va a “incrementarse la competitividad global”.

894x596_media-file-952-juan-rosell-rosa-garcia-y-patrick-biechelerAñadió que todos los negocios se están revolucionando y transformando gracias a la digitalización, desde las tecnologías de la información hasta el comercio minorista, pasando por el turismo, el transporte, logística, sanidad, educación, energía, sistema financiero o la propia industria, entre otros, y criticó al sector público, “que va por detrás del privado en la digitalización” y, en este sentido, indicando que sus estructuras son “demasiado fijas, antiguas y mastodónticas, por lo que le está costando más que al privado entrar en esta revolución”.

Insistió en que la formación digital es una de las claves del futuro, tanto para los que tienen trabajo como para los que lo buscan. “La formación digital es imprescindible, estratégica, necesaria y está para quedarse”, y agregó que esta formación ha de ser para toda la vida. “Dejar que las empresas la hagan es una de las grandes condiciones de cara al futuro”, explicó Rosell.

Subrayó que para Europa es imprescindible un mercado común digitalizado y una de las principales prioridades para la Comisión Europea. Advirtió que, al igual que España, Europa corre el peligro de perder el tren de la digitalización, en parte por la excesiva regulación existente. Se refirió a la necesidad de reformas, destacando que hay países que ya las emprendieron en su momento y otros que se encuentran en dicho proceso. A este respecto, manifestó que hay que reformar a conciencia y priorizar la innovación y la formación.

“La revolución digital -dijo- está transformando la sociedad, abriendo oportunidades, simplificando, evaluando, mejorando”. Señaló que las tecnologías digitales influyen positivamente en el bienestar y en el desarrollo, sobre todo en sanidad y educación, “los dos pilares del estado del bienestar”. Indicó también que la digitalización económica “está incrementando el PIB a nivel mundial y no sólo en décimas, sino en puntos, por lo que es absolutamente básico, adaptarnos”.