Un tercio de la comida que se produce anualmente no se consume, lo que implica la pérdida y el desperdicio de mil millones de toneladas de alimentos. Por ello, para tratar de corregir esta realidad, una asociación de organismos internacionales ha anunciado en la Cumbre del Foro Mundial de Crecimiento Verde, que se celebra en Copenhague, el establecimiento de nuevas normas globales para cuantificar e informar sobre los alimentos retirados de la cadena de suministro.
El nuevo protocolo, que fue desarrollado por el World Resources Institute, mientras que la FAO y el PNUMA participaron en su elaboración, asistirá a los países y a las compañías a almacenar, transportar y consumir los alimentos de manera más eficiente para minimizar lass pérdidas.
La mayoría de esa merma ocurre durante el recorrido de los alimentos desde el lugar de producción al de consumo y genera pérdidas anuales estimadas por la FAO en 940.000 millones de dólares.
Al reconocer la importancia del nuevo protocolo, el director ejecutivo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, afirmó que el problema del desperdicio global de alimentos puede ser difícil de comprender. “Tener un nuevo estándar para cuantificar la perdida no solo ayudará a entender mejor cuánta comida no llega, sino que ofrecerá una base sólida para la acción”, afirmó.