Entrevista al director general de la Santiago Moreno, Santiago Moreno

Agenda de la Empresa: ¿Qué es la Fundación Vodafone España?

Santiago Moreno: La Fundación Vodafone España pretende aprovechar la potencia transformadora de las tecnologías de la información y la comunicación, que es la habilidad de la compañía que nos financia, en beneficio de las personas con discapacidad y de las personas mayores. Es decir, que en términos de habilidades somos casi como si fuésemos de la compañía, es decir, trabajamos igual que la compañía, sin ánimo de lucro en nuestro caso, con foco exactamente en dos troncos colectivos, cómo las personas con discapacidad se pueden beneficiar de todo el poder de un teléfono móvil, de la wifi de casa, del acceso a Internet… y cómo podemos conseguir que las personas mayores no se desconecten del mundo digital, cómo les podemos llegar a ayudar a mantenerse conectados con la familia, con sus aficiones, con los viajes… a través de la formación del uso de la tableta digital. En España, nuestra idea es que si ponemos mucho foco en un área lo haremos muy bien. El territorio de las cosas que se pueden hacer para las personas con discapacidad, aprovechando el poder de las tecnologías, es tremendo. Uno empieza a soñar todo lo que puede hacer con un móvil y son muchas cosas. Personas ciegas, personas sordas, personas con discapacidad intelectual,… la cantidad de situaciones en las que el móvil puede ser un apoyo especial para esas personas nos lleva a iniciar muchísimos proyectos. Hay tantas oportunidades de cosas valiosas que hacer en el mundo de la discapacidad que de momento nuestro foco está en discapacidad y las personas mayores. El grupo Vodafone tiene 27 fundaciones. Las 27 comparten el concepto de “mi fuerza es la tecnología, voy a aprovecharla”, pero al colectivo al que destinan su esfuerzo es distinto. Eso se elige en función de cada uno de los países. Todos somos fundaciones tecnológicas, todos aprovechamos las tecnologías y cada uno la aplica en el ámbito en el que cree que es valioso en su país. El objetivo es elegir por cada uno de los países, la forma de trabajar es común. Todos somos frikis.

Entrevista SantiagoA.E.: ¿Frikis por qué?

S.M.: A veces, cuando se empieza a hablar del trabajo de una fundación asociada a una marca, la expectativa puede ser un poco distinta. En nuestro caso, yo hago un esfuerzo o una posible exageración para llamar la atención de qué es lo que deben esperar de nosotros. No esperen de nosotros patrocinio, no somos patrocinadores; no esperen de nosotros la gestión del arte; esperen de nosotros tecnología para las personas con discapacidad, que los mayores sigan conectados al mundo de Internet.

A.E.: ¿Cuáles son las mayores discapacidades que se encuentran en España?

S.M.: Creo que es muy difícil categorizar. Tenemos la suerte de poder aportar soluciones valiosas en todos los escenarios. La verdad es que todas las asociaciones invertimos bastante tiempo en la medición del impacto social, en saber si lo que hacemos es valioso o no. En el caso de la tecnología, afortunadamente es muy diverso lo que se hace. Es muy valioso que un muchacho con Síndrome Down pueda acceder a un puesto de trabajo gracias al apoyo de su móvil. Es muy valioso que una madre ciega sepa qué medicamentos está administrando a su hijo en ese momento gracias a la lectura que hace el móvil de las distintas cajas de medicinas… ¿qué es más o menos valioso? Eso es muy complicado. Tenemos la suerte de que la tecnología es muy transversal y la podemos aplicar en situaciones muy diversas. A veces se puede pensar que el ocio es menos valioso, pero la verdad es que castigar a una persona a no vacaciones o a vacaciones muy limitadas porque no tiene movilidad no es poco valioso. Por ejemplo, saber a qué restaurantes podemos ir, en qué museo a nuestro amigo ciego le van a dar información en Braille… también es valioso. Dado que tenemos la suerte de que para todas las discapacidades la tecnología aporta soluciones, trabajamos en todas.

A.E.: ¿Cómo valora el compromiso de las compañías tecnológicas?

S.M.: Sinceramente creo que bueno y mejorando. Lo de bueno, claro, siempre hay que tener el punto de vista de la persona. Cuando desgraciadamente encontramos algún elemento de barrera de accesibilidad en la tecnología podemos hacernos una imagen un poco negativa. Los que tenemos algunos años más tenemos una cierta perspectiva histórica. Las nuevas generaciones no han manejado nunca Ms2 o las primeras versiones de Windows, pero los sistemas operativos de hace 20-15 años eran insoportables, estrictamente inmanejables. La preocupación de las personas tecnológicas por la usabilidad ocurrió después y creo que con bastante éxito. Accesibilidad y usabilidad son dos conceptos muy cercanos, y muchas veces se consiguen trabajando en la misma dirección. Hace años, los sistemas operativos eran extremadamente poco usables, y ni eran accesibles, ni había forma de accesibilizarlos. Afortunadamente, los sistemas operativos de los ordenadores posteriores han mejorado, en las páginas webs se definieron estrategias y estándares para hacerlas más accesibles, luego irrumpió la tableta y el smartphone, con interfaces fuertemente usables que, además, son fáciles de hacer accesibles porque van en la dirección correcta. Si uno coge perspectiva histórica, reconociendo que probablemente acabamos el siglo XX con un fuerte déficit de atención a la discapacidad por parte de las empresas tecnológicas, diría que ahora la situación es mucho mejor de lo que era entonces y, además, está mejorando por el interés de las empresas tecnológicas y porque todos los estamentos le dan cada vez más importancia a la tecnología.

A.E.: ¿Cómo es la acogida del portal appscesible?

S.M.: En nuestro portal la verdad es que hace bastantes años marcamos como prioridad que fuese muy accesible, lo que nos empujó a que fuese muy usable. Además, tiene una característica importantísima, que es un nivel de transparencia excepcional en lo que es el marco de las fundaciones españolas: en los baremos en los ratings de transparencia estamos en una parte muy alta y con un nivel de actualización total. Tenemos una web muy accesible, muy transparente y muy actualizada. Además, se encuentra la información que se quiere rápidamente y se encuentra accesiblemente; estamos orgullosos de cómo queremos comunicar a la sociedad y nuestra web nos describe bien: queremos hacerlo de forma muy transparente, para todos, accesible y completamente al día.

A.E.: ¿Cuáles serían las app qué destacaría?

S.M.: Es un problema elegir. Hay algunas aplicaciones que tendrán menos descargas porque son para un colectivo muy específico, pero por la enorme importancia, el valor, decidimos que eran prioritarios. En otros casos, son de un uso más general y a lo mejor aportan menos a cada uno de los individuos, por lo que buscamos un equilibrio entre apps más demandadas y apps más a la medida de una situación concreta. Hacemos las dos cosas y afortunadamente para todas las discapacidades. Con frecuencia, una aplicación que se ha desarrollado con el foco puesto en un determinado público, resulta que obtiene un beneficio lateral a veces previsto y a veces no planificado y eso creo que está muy bien que ocurra frecuentemente. Por ejemplo, tenemos una aplicación que es un comunicador personal, en el que una persona que no puede hablar, o bien teclea sus frases, o bien mediante pictogramas expresa la idea que quiere comunicar y se convierte en una voz que explica qué ha querido decir la persona. Este programa lo utilizan otras personas, como por ejemplo una persona que temporalmente no puede hablar porque esta hospitalizada, se lo ha descargado y durante unos meses le ayuda para expresar sus deseos o comentarios. No lo hicimos con ese fin, sino porque Aspace quería esa aplicación. A veces, cuando hablamos de la evolución de la tecnología, tiene un impacto social importante.

A.E.: Desde que se puso en marcha el proyecto ‘NO HAY EDAD PARA APRENDER, ¡DIGITALÍZATE!’, han sido más de 175.000 los mayores que se han beneficiado de acciones formativas en el uso de las TIC. ¿Cómo ve de preparados a nuestros mayores en las nuevas tecnologías?, ¿cómo responden a estas iniciativas?

Entrevista vodafone32S.M.: Es una experiencia realmente apasionante. 175.000 es el total acumulado en toda España en toda la historia de los cursos de formación, y este año superaremos la barrera de los 200.000, que empiezan a ser números y un porcentaje significativo. Las personas mayores son muy diversas, cada uno es un mundo, pero si hacemos grupos, la mayor parte de los mayores jóvenes (entre 65 y 70 años) no necesitan este tipo de cursos. La mayor parte de los mayores manejan ellos mismos la tecnología, probablemente hace poco la usaban en el trabajo y el smartphone lo utilizaban con frecuencia en su trabajo. Luego, hay un segmento donde ponemos especialmente el foco, de 70 a 85 años, que probablemente tienen necesidad de utilizarlo, ganas de utilizarlo, tienen a su disposición un dispositivo y lo que necesitan es que alguien dedique un poco de tiempo a darle ese empujón. Por supuesto, hay mayores muy mayores que no tienen ningún interés por la tecnología o ya no van a poderla manejar, desgraciadamente. Para aquellos que necesitan el empujón, hemos construido unos cursos en una serie de vídeos que comienzan por enseñarte a encender el móvil o la tableta y poner el pin, y también explicando cómo descargar una app, cómo hacer un selfie y cómo enviarlo a la familia, que es un uso que quizás un tecnólogo podría decir básico, pero que es el habitual que hacemos de este tipo de dispositivos. En Fundación Vodafone con los mayores están todos los videos y son gratuitos. Estos vídeos los usamos en cada curso y luego el monitor repite el ejercicio con los mayores que participan en el curso. Pero también estamos orgullosos de que los nietos se descarguen los vídeos y enseñen a sus abuelos. Aunque no los contabilicemos y no formen parte de nuestras estadísticas, invitamos a todos a que se los descarguen porque les estarán ayudando a mantener el orden en lo que le están explicando a sus mayores. Por cualquiera de los caminos nuestra misión es encontrar formas para dar ese empujoncito a los mayores y cuando lo cogen la verdad es que la experiencia es formidable. Su alegría porque recuperan la autonomía y hacen algo que ven hacer a los demás, es algo formidable.

A.E.: ¿Qué retos tiene la Fundación?

S.M.: A diez años, cualquier previsión en tecnología suele ser complicada. Los próximos dos-tres años tenemos que completar. En la parte de los mayores queremos aumentar el ritmo, queremos ir más rápido con más mayores y tendremos que adaptar el temario a los nuevos requerimientos. En el tema de discapacidades vamos a seguir en la misma línea de innovación. Probablemente, el programa que a medio plazo va a resultar más valioso es el que tenemos para discapacidad intelectual bajo el hastag #conectadosporlaaccesibilidad tenemos la suerte de que todas las asociaciones importantes en discapacidad intelectual están colaborando. Lo que les ofrecemos es un plataforma para que los profesionales diseñen recursos que al final lo utilizan personas con discapacidad intelectual. En el caso de un piso tutelado necesitan gestión de nevera, económica… En el entorno laboral necesitan otro tipo de apoyos… son muchos. Nosotros lo que estamos potenciando es que nosotros ponemos la plataforma, el repositorio, y los que conocen bien a las personas con discapacidad intelectual construyen los recursos y los dejan en común para todos los profesionales. Esa plataforma ya está disponible y nuestra expectativa es que teniendo en este momento casi mil profesionales construyendo recursos y esperando crecer, consiguiendo que se construyan a un ritmo superior a los diez mil recursos al año, la base de datos que pueden construir va a ser una fantástica biblioteca de los apoyos a las personas con discapacidad intelectual. Es uno de los proyectos en los que tenemos mayor entusiasmo por la certeza de que quien mejor puede hacer los apoyos son ellos y nuestra confianza en cómo les vemos trabajar, organizarse, hace que es proyecto tenga en estos momentos especiales expectativas.

 

Inma Sánchez