Ningún país siente tanta fascinación por los indígenas norteamericanos como Alemania. Durante más de un siglo, en el país han ido surgiendo clubes de aficionados, festivales de teatro al aire libre, ferias y disfraces de carnaval.
La causa es la obra de Karl May, quien escribió durante el siglo XIX numerosas novelas sobre el salvaje Oeste en las que retrataba a los indios americanos como a los héroes, y a los blancos como a los villanos.
Cada año, centenares de alemanes vestidos como indios norteamericanos se congregan en grupos formados espontáneamente, denominados tribus, procedentes de todo el país. Los turistas afluyen durante los dos días que dura el festival para visitar los diversos campamentos y las recreaciones de la forma de vida de los indios.
La serie German Indians [Indios alemanes] muestra en varias fotografías esta tradición como fenómeno turístico a través de la exposición “Robbins & Becher. Desplazamientos”, abierta al público en el Museo ICO de Madrid hasta el 11 de septiembre.
