Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de llevar a cabo en sus instalaciones actuaciones de tipo sostenible enmarcadas en una economía baja en carbono. Afrontar una estrategia empresarial respetuosa con el medio ambiente conlleva una serie de factores positivos tanto en la competitividad y posicionamiento de la empresa, como en el futuro ahorro de la compañía.

smoke-258786En este contexto, el 6 de noviembre de 2015 fue aprobado por Real decreto 1007/2015 el Plan de Impulso al Medio Ambiente PIMA Empresa, que nace como un instrumento para incentivar a las empresas que quieran reducir su huella de carbono. Y el PIMA empresa constituye una ayuda inicial para ejecutar el proyecto, con una dotación que asciende a cinco millones de euros. Esta iniciativa está vinculada al Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción que, desde 2014, permite a las empresas registrar su huella de carbono y elaborar su plan de reducción. Aquí es donde encaja el PIMA Empresa como apoyo para la puesta en marcha de ese plan de reducción.

La tipología de las actuaciones que contemplan estas ayudas se orientan a la utilización de energías renovables; la eficiencia energética: en instalaciones, maquinaria, transportes o envolvente de edificios; la reducción de emisiones de proceso en otros gases de efecto invernadero (como metano u óxido nitroso); y la sustitución de gases fluorados por otros de menor potencial de calentamiento, utilizados en los sistemas de climatización.

De acuerdo a las condiciones de la ayuda, el Fondo de carbono para una economía baja en carbono (FES-CO2) compra de las reducciones de CO2 equivalente que se consigan con la puesta en marcha del proyecto, al precio de 9,7 euros/tCO2, de manera que se comprarán las reducciones de dos, cuatro, o más años en función de la tipología del proyecto. Sí hay ciertas limitaciones en cuanto a la cantidad máxima a percibir por una empresa (hasta 150.000 euros), y la cantidad subvencionable, que no podrá ser superior al 15% de la inversión elegible, además de ser incompatible con otros programas que incentiven el mismo tipo de actuaciones, como otros PIMAs o los Proyectos Clima.

Otro de los requisitos es la verificación de las reducciones de CO2 conseguidas por una entidad verificadora independiente, que acreditará aspectos como la inversión realizada en el proyecto, el periodo de retorno, la vida útil de la actuación o las reducciones esperadas.

El proceso que tendría que seguir una empresa que quiera solicitar ayudas del PIMA Empresa consiste, en primer lugar, en calcular su huella de carbono, detectar donde puede reducirla y elaborar su plan de reducción. A continuación, inscribirse en el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2.

Posteriormente, poner en marcha las medidas contempladas en el plan de reducción. Más adelante, calcular cuántas toneladas de CO2 equivalente va a reducir, aplicando las metodologías del FES-CO2, verificarlo, y solicitar al FES-CO2 la compra de reducciones verificadas. Y, finalmente, el FES-CO2 compra las emisiones evitadas.

 

Artículo incluido en la revista de octubre de Agenda de la Empresa. Consecuencias económicas del cambio climático. ¿Qué costes tendrá el calentamiento global? ¿Qué oportunidades de negocio generará?