El resultado neto de Abengoa durante los nueve primeros meses del año supone una pérdida de 5.413 millones, debido principalmente al reconocimiento de pérdidas derivadas del deterioro de determinados activos por 4.227 millones.

Esta pérdida se debe a la menor valoración de los activos de bioenergía en EE. UU., Europa y Brasil, de líneas de transmisión en Brasil, de las plantas de generación en México y de las plantas solares en Chile.

En bioenergía, el deterioro asciende a 1.976 millones, relacionado con el menor valor de plantas de etanol de primera y segunda generación americanas, que se encuentran al amparo del denominado Chapter 11 en EEUU, con el impacto por la pérdida de control de la planta de Rotterdam tras el proceso de quiebra y liquidación, así como con la minusvalía registrada en las plantas de Brasil ante una eventual desinversión de las mismas.

Además, se ha producido un deterioro de 982 millones por la pérdida de valor de las líneas de transmisión brasileñas tras el proceso de venta iniciado en el marco del procedimiento de recuperación judicial previsto en la legislación brasileña.

Abengoa también ha tenido impactos negativos adicionales por 1.269 millones debidos fundamentalmente a la venta, no continuidad de negocios o hibernación de ciertos proyectos y a la pérdida reconocida en la venta de determinados activos financieros, entre los que destaca el efecto de los acuerdos alcanzados con EIG sobre la participación APW-1.

Durante los nueve primeros meses, la compañía ha registrado ventas de 1.043 millones y un Ebitda negativo de 90 millones. Las ventas en la actividad de ingeniería y construcción alcanzaron los 934 millones y un Ebitda de -157 millones, frente a 3.040 y 591 millones respectivamente en los nueve primeros meses de 2015.