El sector inmobiliario sigue mostrando claros síntomas de deterioro en Estados Unidos. El precio de la vivienda registró en el segundo trimestre una caída anual del 3,2%, según el índice elaborado por Standard & Poor's. A esta cifra, la peor en los últimos 20 años, se le sumó otro mal dato en el índice de confianza del consumidor y la publicación del acta del último comité ejecutivo de la Reserva Federal, que desvela su preocupación por la gravedad de la crisis y por "un deterioro mayor de las condiciones financieras". Un cóctel demasiado indigesto para Wall Street, que cayó un 2,1%.