Deloitte ha inaugurado sus nuevas oficinas en Sevilla, 2.500 metros cuadrados, repartidos en dos plantas, que acogerán a los más de 170 profesionales que trabajan en la capital andaluza.
Desde este nuevo emplazamiento, Deloitte seguirá concentrando su actividad en Andalucía relacionada con servicios de auditoría, consultoría, asesoramiento financiero, gestión de riesgos, servicios fiscales y asesoramiento en transacciones y reestructuraciones a organizaciones nacionales y multinacionales de los principales sectores del tejido empresarial.
En el acto, el presidente de Deloitte, Fernando Ruiz, señaló que “esta sede es un paso más en el avance de nuestro compromiso con la sociedad andaluza y en especial con sus empresarios y directivos”.
Junto con Ruiz, estaban el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; el secretario general de Innovación, Industria y Energía de la consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Castro; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; y el socio director de Deloitte en Andalucía, Leopoldo Parias.
Zoido rememoró su etapa como alcalde, cuando “hubo un momento en que tuve que decidir, porque había quien decía que la torre Sevilla había que tirarla”. “La Torre tenía todos los requisitos legales para seguir adelante”, matizó, apuntando que “mi obligación era salvaguardar la legislación vigente, salvaguardar los legítimos intereses de unos inversores que habían confiado en una legislación y que, en base a esa legislación y con las licencias oportunas, legalmente habían iniciado un proyecto”.
“Hubiera sido un irresponsable tanto si paraba la obra, que tenía todos los permisos y requerimientos, como si hubiera permitido que Sevilla perdiera la condición de Patrimonio de la Humanidad”, reconocía el ministro.
En referencia a este asunto, el actual alcalde de Sevilla indicó que él se queda “con el presente y el referente que supone la torre”, mientras que lo demás “el olvido acabará poniendo cada cosa en su sitio”. Además, apuntó que “algo que fue enormemente controvertido para algunos y que alguien quería convertir en un problema, hoy es una satisfacción”.
