El 70% de las deducciones autonómicas se pierden y no son aprovechadas por los contribuyentes, ya sea porque los requisitos son muy exigentes o porque los declarantes no tienen suficiente cuota íntegra en su impuesto sobre la renta (IRPF) para poder sacar partido a todas las bonificaciones que aprueban los gobiernos regionales. Esta es la conclusión más asombrosa de un estudio realizado por tres profesores de la Universidad de Valencia, publicado en Cuadernos de Información Económica, de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). A partir del IRPF del 2004, se calcula que las diferentes deducciones autonómicas permitirían una rebaja media de 26,34 euros por contribuyente, si bien la rebaja real es de 8,30 euros (el 31%). La pérdida promedio del 69% llega al 87% en Castilla y León. En Catalunya, se desperdicia el 47% de las deducciones. En Asturias hay pocos incentivos, pero es donde más se aprovechan.

Existe una gran disparidad de deducciones en cada territorio. Pueden ser casi inexistentes –como en Cantabria o Castilla-La Mancha–, o alcanzar más de un 18% de la cuota íntegra autonómica (Canarias). Los autores del estudio advierten del peligro de generar deducciones-anuncio , con escaso potencial, pero que sirven para dar la impresión de que la autoridad autonómica es muy generosa . Es lo que llaman deducciones suflé .

Castilla y León está en el segundo lugar en cuanto a deducciones posibles, pero solo se aprovechan el 13%. Existe una generosa deducción adicional del 5% por compra de vivienda, pero hay que cumplir ocho requisitos: es aplicable a jóvenes de menos de 36 años, en municipios de menos de 10.000 habitantes y, si tienen más de 3.000 han de estar a menos de 30 kilómetros de la capital.

El tramo autonómico del IRPF soporta el 33% de las principales deducciones estatales (como la de vivienda) y el 100% de las propias. Las más frecuentes de estas últimas se refieren a vivienda, hijos, mayores, discapacitados o donaciones. En Catalunya se ha reducido, con carácter general, el tramo autonómico de la deducción por vivienda, pero se ha incrementado para colectivos de jóvenes, discapacitados o parados.

La suma de las deducciones del tramo autonómico no pueden dar como resultado una base liquidable negativa (las declaraciones que salen a devolver lo hacen en un paso posterior, cuando se descuentan las retenciones). Las deducciones que no pueden ser aplicadas se pierden.