Los principales desequilibrios de la economía española, el déficit exterior y la inflación, se agudizan mes a mes. Ayer el Banco de España hacía públicos los datos de la balanza de pagos correspondientes al mes de marzo, que ponen de manifiesto un nuevo deterioro del sector exterior.

La balanza por cuenta corriente, que mide el intercambio de bienes, servicios, rentas y transferencias con el exterior, registró un déficit en el primer trimestre del año de 24.499,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 36,07% respecto al mismo periodo de 2005.

Según el Banco de España, esta ampliación del saldo negativo se debió, principalmente, al aumento del déficit comercial y a la disminución del superávit de servicios, por los menores ingresos por turismo y, en menor medida, al mayor saldo negativo de rentas, mientras que la balanza de transferencias corrientes corrigió ligeramente su déficit, mejora que sólo compensó parcialmente la evolución de las rúbricas anteriores.

La balanza comercial acumuló hasta marzo unos números rojos de 18.781,3 millones de euros, un 27,95% más que un año antes, resultado de unas exportaciones que crecieron un 16,84% y unos pagos por importaciones que aumentaron un 20,02%.

En la balanza de servicios, el superávit acumulado retrocedió el 69,04%, hasta 1.088,9 millones de euros, frente a los 3.516,8 millones de un año antes. Esto fue la consecuencia de la disminución de la rúbrica del superávit turístico, tanto por la caída de los ingresos, más de un 7%, como por los mayores pagos de los españoles en el exterior. Además aumentó el déficit por otros servicios.