La inflación subió cinco décimas en España el pasado mes de enero, hasta situarse en el 4,2%, frente al 3,7% con que se cerró 2005, según el indicador adelantado del IPC armonizado hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

Esta cifra es la más alta de toda la serie histórica del IPC armonizado, que comenzó a utilizarse como método para comparar la inflación en los distintos países de la Unión Europea, en enero de 1997. Pero, además, en los últimos meses este indicador es prácticamente idéntico, décima arriba o abajo, al IPC definitivo, no sólo el armonizado, sino también el nacional. Si se confirmara, por tanto, el dato, lo que se sabrá el próximo 16 de este mes, la inflación nacional se situaría finalmente en el 4,2%, y sería la más alta desde el mes de junio de 2001, es decir desde hace casi cinco años.

El Ministerio de Economía apunta que se trata de un repunte transitorio debido a los precios de los carburantes, que en enero de 2005 tuvieron un buen comportamiento. Pero hay que tener en cuenta también que el pasado mes subieron los precios de la luz, el gas y el transporte público, entre otros, lo que indudablemente se reflejará en las cifras de inflación.

En el mismo mes del año pasado, la inflación no sólo no subió, sino que se redujo una décima, desde el 3,2% en que se cerró diciembre hasta el 3,1%. En enero de 2005, además, las rebajas fueron especialmente agresivas, lo que permitió al sector del vestido y el calzado reducir sus precios más de un 11%. El IPC mensual del primer mes del año pasado fue de -0,8, por lo cual, a falta de conocer el dato exacto, todo apunta a que la cifra mensual de enero de este año supondrá una caída de unas tres décimas, cinco menos que el año pasado, lo que explicaría la subida de la tasa interanual.

En cualquier caso, el Ministerio de Economía augura una próxima reducción de la tasa de inflación, siempre que el precio del crudo se mantenga en los niveles actuales, hasta situarse en tasas inferiores al 3% en el conjunto del año.

La secretaria de Política Económica y de Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, compartió este diagnóstico. A su juicio, el incremento de la inflación se debe, fundamentalmente, «a los máximos históricos en el precio del barril del petróleo», por lo que rechazó las interpretaciones catastrofistas del dato, «ya que si el petróleo se mantiene en estos precios acabaremos el año por debajo del 3%».

Desde el PP, sin embargo, se lanzaron duras críticas al Gobierno por estas cifras. El portavoz de Economía del partido, Miguel Arias Cañete, acusó al Ejecutivo de colocar a los españoles «en una situación imposible o en un callejón sin salida». En rueda de prensa apuntó que «los españoles están en la encrucijada de luchar para recuperar poder adquisitivo o aceptar empobrecerse con unos precios que suben más que los salarios».

Arias insistió en que el Gobierno «no ha hecho sus deberes y ha suspendido la asignatura de Economía, aunque el propio presidente Rodríguez Zapatero le pusiera un diez». Por ello, emplazó al Ejecutivo a tomar medidas para activar la economía, o, de lo contrario, «esa asignatura la van a pagar todos los españoles».

El responsable del Partido Popular afirmó que Pedro Solbes «ha dedicado todas sus energías a la tarea imposible de la cuadratura del círculo, como es pactar un nuevo sistema de financiación con el tripartito catalán, y no en centrarse únicamente en su faceta de responsable económico del Gobierno e intentar solucionar los problemas de los ciudadanos».

La Unión General de Trabajadores, por su parte, atribuyó «el descontrol» de la inflación a causas estructurales, como «la falta» de compromiso de algunas empresas a la hora de fijar sus márgenes empresariales y de algunas administraciones públicas al determinar las tarifas de sus servicios.

El sindicato indica, en un comunicado, que frente a esta actitud la prórroga del Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva, firmada la pasada semana por los agentes sociales, contribuye a la reducción de la inflación al promover una evolución moderada de los costes laborales. Añade que este aumento de la inflación revela la existencia de falta de competitividad en algunos sectores.

Pese a la subida de precios, la confianza de los consumidores aumentó en enero en 2,2 puntos respecto a diciembre por el avance en la valoración de la situación económica actual y el aumento de sus perspectivas para los próximos seis meses, según el Indicador de Confianza del Consumidor Español, que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO).