La Asamblea General de Socios de Caja Rural del Sur ha aprobado por unanimidad las cuentas anuales presentadas por el Consejo Rector, así como las consolidadas del Grupo Caja Rural del Sur, formado por la misma y su sociedad de Gestión de Activos, a 31 de diciembre del 2016.

Según estas cuentas, en este ejercicio, el beneficio de la entidad ha pasado de 22 millones de euros a 26,5 millones, lo que supone un incremento general del 20% en su actividad financiera. El resultado neto de impuestos fue de 23,6 millones frente a los 21 millones del ejercicio 2015.

Imagen 2El director general de Caja Rural del Sur, Rafael López-Tarruella, destacó que el volumen de negocio ascendió a 9.738 millones frente a los 9.405 millones del ejercicio anterior. En cuanto al ratio de solvencia capital total fue del 18,22% por encima del mínimo establecido a la entidad por el Banco de España de al menos un 8%, mientras el ratio de cobertura fue del 77,63%.

Por otra parte, la evolución de los activos dudosos ha sido positiva, registrando un ratio de morosidad del 9,02%, lo que sitúa a la entidad por debajo de la media del sector, tras haber realizado dotaciones extraordinarias que han permitido tener una cobertura del 76%.

Los depósitos de clientes se situaron en 4.912 millones y en cuanto a los recursos de clientes fuera de balance, que incluye fondos de inversión, fondos de pensiones y seguros de ahorro, la cifra de negocio creció un 6,09%. Además, la inversión crediticia bruta aumentó hasta los 4.104 millones.

El presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios, ha mantenido que “estos resultados nos hacen perseverar en seguir en la línea que nos marcamos hace unos años y que tan buenos resultados nos está dando en comparación con el resto del sistema, como referentes en el ámbito de sociedades de crédito cooperativo, con la meta de servir cada día mejor a nuestros socios y clientes, ofreciéndoles las máximas garantías y aplicándoles las mejores condiciones”.

Para 2017, Caja Rural del Sur se ha marcado como estrategia avanzar en el desarrollo de un modelo de negocio basado en la banca tradicional ampliando su presencia en las zonas urbanas. En este sentido, García Palacios ha indicado que esa estrategia pasará “este año de manera decidida por consolidar y crecer en el negocio minorista que sin duda nos dará mayor estabilidad y fortaleza para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo”.