La Unión Europea (UE) confía en desbloquear a mediados de septiembre la situación de los más de 75 millones de prendas chinas que se encuentran retenidas en sus aduanas, y que no han podido acceder al mercado comunitario al haberse rebasado ya los límites establecidos para todo el año sobre seis categorías de productos. Así lo anunció ayer el comisario de Comercio, Peter Mandelson, quien, sin embargo, no explicó cómo se iba a llevar a cabo este proceso.

La solución depende de las conversaciones que siguen manteniendo en Pekín una delegación de la Comisión Europea (CE) y las autoridades chinas. Pero, tras cuatro jornadas de reuniones, no se ha producido ningún acuerdo.

Dicho acercamiento sería la base que el comisario Mandelson pretende emplear en las propuestas que tiene previsto presentar hoy mismo a los Estados miembros de la UE. «Si cooperan y no impiden un rápido avance de los procedimientos, podremos desbloquear las mercancías retenidas en las aduanas», aseguró el responsable europeo de Comercio, quien reconoció el fracaso del acuerdo suscrito con China en junio y que estipulaba un crecimiento de entre el 8 y el 12,5% para diez categorías de productos.

Rectificando sus críticas a los importadores, que aprovecharon el periodo transcurrido entre la firma del convenio y su entrada en vigor para aumentar sus pedidos y evitar así los cupos, Mandelson apuntó que esta crisis «no ha sido culpa de los distribuidores». En cambio, culpó de la avalancha de prendas asiáticas a «los Estados miembros, que se afanaron en conceder licencias de importación tras el acuerdo, y al Gobierno de Pekín, que dejó partir hacia la UE prendas sin sus respectivos permisos».