Andalucía es la región donde es necesario destinar más porcentaje del salario a la vivienda, concretamente un 29,4 por ciento, siempre considerando más de un salario por familia, según un informe sobre el mercado residencial español realizando Analistas Financieros Internacionales (Afi) en colaboración con la patronal de promotores madrileña Asprima.
Entre las comunidades donde la financiación del piso requiere una mayor porción del salario se encuentran también Islas Baleares (28,4 por ciento) y Madrid (28,2 por ciento). En el lado opuesto destacan Extremadura (21 por ciento), Galicia (21,3 por ciento) y Cantabria (21,8 por ciento).

Con todo, el informe considera que las actuales condiciones financieras, además del aumento de número de ocupados por hogar, permiten que la financiación de una vivienda sea hoy un 20 por ciento más barata que la de 1991.

Según el informe, un hogar con más de un salario necesitó destinar a pagar el piso una media del 24,6 por ciento del total de ingresos familiares en 2004, un punto porcentual por encima de la tasa de 2003.
La porción de salario que se requirió el pasado año para costear la compra de una vivienda es la más alta desde 1996, si bien está aún lejos de la del 33 por ciento que las entidades financieras establecen como límite para garantizar la solvencia.

Además, el estudio apunta que el importe medio necesario para abonar la entrada en la compra de un piso requiere actualmente el salario íntegro de más de año y medio (20 meses) de trabajo, frente a los diez meses de sueldo que era preciso en 1999. El ahorro que se necesita acumular para acceder a la vivienda (el equivalente al 20 por ciento del precio final de ésta) se ha duplicado en los últimos cinco años como consecuencia de la disparidad entre el incremento del precio de los pisos respecto al de los salarios medios.