La compañía incluye actuaciones para mejorar zonas afectadas por el legado minero de la zona
La preservación del medioambiente es uno de los pilares fundamentales en la estrategia de MATSA. En la actualidad, la compañía está aplicando una política ambiental basada en la responsabilidad y en el compromiso con el entorno en el que desarrolla su actividad. Construir una operación sostenible y compatible con el medio natural es uno de los principales objetivos de la empresa onubense. Una filosofía que se concreta en su Plan de Restauración, puesto en marcha desde el inicio de la operación, y en proyectos de reforestación de zonas afectadas por la minería del pasado, cuya recuperación incluye dentro de sus actuaciones.
MATSA ha revegetado hasta el momento más de 30.000 metros cuadrados de superficie en el entorno de las tres minas que tiene en explotación. Como explica Reyes Parga, jefa del área de Medio Ambiente, “se trata de realizar labores de reforestación de forma paralela y progresiva a la operación minera durante toda su vida”.
Esto permite a la compañía trabajar con una visión a largo plazo en la restauración del entorno de modo que, llegado el cierre, se consiga la armonía paisajística y se garantice la calidad ambiental. Para conseguirlo, se emplean técnicas como la hidrosiembra y la plantación de especies autóctonas propias del ecosistema de monte mediterráneo que se da en este punto de la provincia de Huelva. Además, la compañía tiene depositados avales y garantías de restauración en la Administración por un importe superior a los 16 millones de euros.
Sin embargo, según señala Reyes Parga, “más allá del cumplimiento normativo, entendemos que la minería moderna debe contribuir a corregir los pasivos ambientales que dejaron antiguas actividades mineras. Por ese motivo, desde el inicio de la operación hemos buscado sinergias para desarrollar nuestro proyecto al tiempo que trabajamos por reducir el impacto en cortas y escombreras abandonadas que demandaban una restauración”.
Para concretar esta estrategia, MATSA está llevando a cabo trabajos en distintas zonas del entorno inmediato de la compañía. Este es el caso del proyecto de rehabilitación ambiental del Barranco del Herrerito en la mina de Aguas Teñidas, en el que se han solucionado los problemas de contaminación de las aguas producidos por una antigua escombrera y se han realizado labores de revegetación en los taludes finales.
En mina Magdalena, las acciones han ido dirigidas a la mejora ambiental de la Escombrera Monte Romero, con la limpieza de los residuos no mineros, así como el relleno, sellado y revegetación de las superficies en las que se encontraban las antiguas instalaciones mineras. Por último, el departamento de Medio Ambiente está trabajando en la Cantera de Relleno en la mina de Sotiel para la retirada de los residuos mineros y la revegetación de toda el área.
Esta política proactiva en materia ambiental pone de manifiesto, según explica la jefa de departamento de Medio Ambiente de MATSA, que “el desarrollo minero del presente juega un papel fundamental en la recuperación de zonas degradadas por esta actividad en el pasado”. Para Reyes Parga, “MATSA demuestra con hechos concretos que un proyecto minero puede ser compatible con la protección del medioambiente a través de un modelo de gestión responsable, que se ha convertido en un referente dentro del sector”.