El sector agrario demanda tecnologías innovadoras para incrementar de forma sostenible la productividad y la competitividad y para optimizar la gestión de toda la cadena de valor agroalimentaria, desde el campo hasta el consumidor final, especialmente aquellas destinadas a mejorar y facilitar la toma de decisiones

Los avances tecnológicos están revolucionando la forma en la que trabajan las empresas del sector agroalimentario. Las cosechas tienen implantados sensores para automatizar los procesos de cultivo, los camiones que transportan los alimentos disponen de localizadores para saber en todo momento dónde se encuentran, los productos cuentan cada vez con más datos sobre su origen, tipo de cultivo y trazabilidad en general y, en definitiva, se están mejorando los niveles de calidad de los productos que consumimos.

Para Hispatec, el concepto de Smart Agro está en el centro de su estrategia y, por ello, como reconocen desde la compañía especialista en soluciones TIC para el sector Agro, “la palabra que hace tiempo identificamos como la que mejor definía nuestro objetivo es Agrointeligencia.

De cara a convertir este concepto en realidad, la empresa trabaja en ámbitos como el Internet de las Cosas, capturando y almacenando datos de ambiente, suelo, agua y maquinaria en procesos de producción, transformación o logísticos. La meta es hacer un análisis simultáneo y posterior de los datos que permita mejorar el uso de recursos escasos (agua, energía, suelo, fertilizantes, fitosanitarios), mejorar la calidad de los productos obtenidos, reducir los costes de producción, transformación y distribución, tener una mayor seguridad alimentaria, reducir las pérdidas de producto y desperdicio y minimizar los impactos ambientales, entre otros beneficios.

El objetivo último de todo ello es, gracias al uso de la tecnología TIC, hacer más competitiva y rentable la actividad agrícola, minimizando los impactos ambientales y logrando una mayor satisfacción de los consumidores finales.

En este sentido, entre otros proyectos, Hispatec es miembro del proyecto IoF2020 (Internet of Food), cofinanciado por el programa H2020 de la UE, siendo el mayor proyecto tecnológico TIC en el sector agro que hay en marcha en Europa. También es parte del proyecto Globalviti, cofinanciado por el CDTI, y donde está desarrollando soluciones de Big Data y analítica avanzada para el cultivo de la vid junto con prestigiosas bodegas como Bodegas Torres, Pago de Carraovejas, Ramón Bilbao, Juve&Camps o Martín Códax.

“Desde Hispatec estamos entusiasmados afrontando estos retos, en los cuales la aplicación de tecnología especializada en el sector Agro tiene tantos beneficios para todos. Estamos convencidos de que, gracias a ello, el futuro “agrointeligente” es un mejor lugar para vivir, y para ello trabajamos”, asevera José Luis Molina, presidente de Hispatec.

Por su parte, ec2ce es una compañía española especializada en Inteligencia Artificial aplicada al sector agrario y ganadero que cuenta con tecnología propia que disminuye de forma significativa la incertidumbre en la toma de decisiones estratégicas, comerciales y de gestión.Así, sus modelos predictivos funcionan con metodología de aprendizaje automático y los aplican tanto en producción como en comercialización, distribución y retail, utilizando información proveniente de las bases de datos de sus clientes y de fuentes de datos públicas.

En este sentido, se ha centrado en tres aspectos importantes en la cadena de suministro: la optimización de la productividad mediante algoritmos de predicción a partir de datos como la irrigación, el manejo agrícola, la climatología, etc.; la gestión de la estrategia comercial ajustando oferta y demanda a través de la predicción de acopios a futuro; y la predicción de la tendencia de precios y rendimientos de commodities agrícolas.

“Todas las aplicaciones que hemos desarrollado generan un gran beneficio a nuestros clientes, ya que son soluciones ad-hoc focalizadas en necesidades estratégicas”, aseguran desde la empresa.

Entre otros ejemplos, ec2ce está trabajando con sus clientes en optimizar la gestión de fertirrigación para maximizar productividad en fincas de frutales, en predecir la producción, con varias semanas de antelación, en invernaderos, en avanzar el acopio en plantas comercializadoras y alhóndigas de productos hortofrutícolas, la producción sectorial de aceite de oliva, en la evolución de precios de soja…

En el caso de bynse, tiene como objetivo ayudar a construir un mundo digitalizado donde cada agricultor sea capaz de optimizar y ejecutar a la perfección todas las decisiones de una explotación, ofreciendo productos y soluciones tecnológicas que ayuden a los agricultores y empresarios a mejorar la rentabilidad mediante la toma de decisiones operativas y financieras mejor informadas.

De esta forma, como detallan desde la compañía, esta tarea pasa por centralizar toda la información generada en la explotación en la plataforma Big Data, identificando factores relevantes y analizando sus correlaciones, automatizando los procesos de análisis con objeto de poder definir las condiciones óptimas de producción, planificando recursos y operaciones, prediciendo riesgos y producción/aforo, de forma que éstos fructifiquen en una ayuda a todos los agricultores y empresarios del sector agroalimentario y un aumento de manera sostenible de su productividad.

Entre los productos de bynse destaca la solución recientemente desarrollada Digital Crop Care, que contiene una plataforma de Big Data para la agroindustria donde se conectan soluciones de software y dispositivos físicos (tales como sensores, estaciones meteorológicas, ERPs, programadores de riego, imágenes de satélite y maquinaria) y se recogen, almacenan y procesan todos estos datos de una manera inteligente para proporcionar información de valor añadido.

Ademas, bynse dispone de un servicio de información (bynse big data) orientado a las necesidades del cliente y diseñado para ayudar a las empresas en la modelización de indicadores, a partir de pronósticos y la gestión de datos fácil y eficiente. Dos productos engloban su servicio. Un servicio de modelización que busca realizar predicciones de producción y calidad a nivel de finca con menor error y con mayor horizonte de tiempo que las técnicas actuales. Y, por otro lado, los proyectos de integración y análisis de datos a medida, que buscan centralizar todos los datos en un único lago para permitir mejores análisis de la información de forma agregada, así como un consumo más adecuado de los datos mediante visualizaciones a medida.

También expertos en Big Data son en UTW (Unmanned Technical Works), una joven empresa de ingeniería que utiliza los drones y su integración con las últimas tecnologías “para proporcionar servicios de alto valor añadido para nuestros clientes”, asegura su CEO, Julio Díaz.

Uno de los ejes operativos fundamentales es la teledetección aérea para la generación de prescripciones hídricas y nutricionales, parte de las tareas asociadas a la agricultura de precisión. Adicionalmente, UTW apuesta fuertemente por la I+D+i enfocada al sector Agro, iniciativa que ha sido respaldada por la ayuda NEOTEC del CDTI y por el programa de incubación de empresas de la Agencia Espacial Europea.

Entre los proyectos que desarrolla la compañía destaca OLEO-SENSE, que tiene como objetivo el desarrollo de un sistema integral de adquisición y tratamiento de muy diversas fuentes de información asociadas al manejo de olivar intensivo y super-intensivo que incorpora técnicas de Big Data y trazabilidad para mejorar el rendimiento y calidad del producto final.

El sistema desarrollará algoritmos adaptativos que se realimentarán de cada experiencia previa para generar cada vez predicciones (producción/calidad) y prescripciones (necesidades hídricas y nutricionales) más precisas y con menos cantidad de información de partida.

“Este proyecto está arrancando en la zona centro, pero estamos buscando fincas experimentales en Andalucía, región que es el principal destino de nuestro desarrollo”, afirma Julio Díaz, quien agrega que, adicionalmente, “formamos parte de un consorcio de empresas coordinado por la Junta de Andalucía que pretende liderar una iniciativa europea llamada S3P Agrifood, que tiene como objetivo el desarrollo de tecnologías y productos asociados al Big Data y trazabilidad agroalimentaria impulsado por el programa H2020”.

Trabajando en el “borde de la frontera tecnológica, en el punto donde ya se pueden usar los avances tecnológicos de forma segura, fiable y con costes razonables” se encuentra, como explica su director general, Manuel García, ITSOFT, que tiene como objetivo ayudar a sus clientes a aumentar la competitividad ofreciéndoles soluciones avanzadas en el ámbito de las tecnologías de la información.

“Empezamos a funcionar en el año 2003 y al poco lanzamos un producto de envío de SMS para empresas que tuvo gran acogida en cooperativas agrícolas como fue en Cooperativa Campo de Tejada y en Cooperativa de Regantes de Palma del Rio (COARE), entre otras, así como en la propia Asaja Sevilla”, recuerda García.

Por su parte, para la cordobesa Eurosemillas desarrollaron una “potente app” para iOS de gestión comercial y control de producción para viveros y clientes finales de sus variedades vegetales. “Con la llegada masiva de las apps, empezamos a ofrecer a nuestros clientes  alternativas de comunicación más eficaces y económicas con tecnología PUSH, que también son adoptadas por las cooperativas agrícolas más innovadoras, como ocurrió con la Unión de Úbeda y Agrupaadra en Almería”, afirma el director general de ITSOFT.

“Si alguien pensara hasta hace poco que un capataz de una finca de fresas en Almonte llevara consigo un ordenador de mano (tablet 8’’) conectado inalámbricamente mediante una red móvil privada (Vodafone GDSP) a los sistemas (SAP) de su empresa para conocer en tiempo real los pedidos que debe satisfacer, consultar y reportar automáticamente las asistencias e incidencias de los trabajadores y reportar de forma sencilla la producción en tiempo real, podría pensar que era ciencia ficción. Sin embargo, esto es totalmente real desde hace más de un año en la empresa agrícola onubense Surexport gracias a la colaboración de ITSOFT en el proyecto Agromobile del cliente”, reconoce Manuel García. Un ejemplo más de solución en el mundo Agro que ilustra la integración de diferentes tecnologías es su Sistema de Control de Reparto, adoptado recientemente por la Cooperativa del Valle de los Pedroches, COVAP. Así, detalla García, “nuestra solución permite que los transportistas reciban las órdenes de recogida y reparto de mercancía en sus smartphones, sin necesidad de pasar por las oficinas del cliente y capturar en ellos toda la información de la recogida o entrega: localización, firma, mercancías y fotos”.

“Por otro lado, hemos completado recientemente el desarrollo de un nuevo servicio que ofrecemos en la nube, consistente en un sistema avanzado de análisis de datos de humedad del terreno para la optimización del riego que hemos denominado IT-SENSE”, señala el director general de ITSOFT, comentando que se han adherido a la iniciativa estratégica Agrifood S3, liderada por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, y enfocada en apoyar procesos de innovación en la producción y distribución de alimentos.

Por su parte, en SDOS han sido testigos de la revolución de la retroalimentación informativa que surge desde el propio cultivo, tratando de dar soluciones flexibles a las demandas de sus clientes, siendo la movilización de procesos una de las principales palancas.

Así, instituciones como la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía han llevado a cabo numerosas iniciativas con el objetivo de ofrecer, tanto a sus técnicos como a los propios agricultores, herramientas que suministrarán información de valor en tiempo real para facilitar así la toma de decisiones.

Un claro ejemplo de este propósito es el proyecto Visor RAIF Mobile, en el que se ha llevado a dispositivos móviles el visor de la Red de Alertas e Información Fitosanitaria de Andalucía. Mediante aplicaciones móviles nativas, los usuarios pueden acceder de forma ágil a toda la información relacionada con el estado de sus cultivos y aquellos factores fitosanitarios que impactan en el desarrollo de los mismos.

En relación con la prevención, también se ha desarrollado el proyecto Fenómenos Climáticos Adversos, aplicaciones móviles que permiten detectar y reportar fenómenos climáticos en Andalucía y que permita al usuario conocer, compartir la localización, registrar y visualizar los posibles cambios extremos en las condiciones meteorológicas de zonas de Andalucía.

Otro ejemplo de movilización de procesos en el ámbito agrario es el proyecto TRIANA para la gestión del cultivo desde el punto de vista técnico, en especial para parcelas en producción integrada, que permite analizar la información acumulada facilitando la toma de decisiones, añadiendo la confección del cuaderno de explotación y complementándose con ayudas sobre aspectos fitosanitarios.

No obstante, aclaran desde SDOS, “esta movilización no llega sólo a la gestión de los cultivos, sino que incide también en el proceso de comercialización”. Aplicaciones móviles como Observatorio de precios permiten realizar un seguimiento exhaustivo de la evolución de los precios por productos y zonas. “El Big Data nos permite tomar decisiones en función de gran variedad de datos. Información veraz que a priori puede parecer poco determinante, cruzada o conjugada casi en tiempo real con otros parámetros puede ser crucial para entender qué factores indicen directamente sobre la producción, qué fechas son más óptimas para la recolección o qué tratamientos serán necesarios para garantizar la calidad de las cosechas”, explican desde la compañía.

“En definitiva, nos encontramos ante un desafío aún sin acotar, pero donde las posibilidades son casi infinitas. El reto inicial debe ser recolectar datos, ya veremos cómo aprovechamos la cosecha”, reconocen.

En el caso de Bo True Activities, spin-off de la Universidad de Huelva, ofrecen servicios personalizados para satisfacer las necesidades reales de cada agricultor, acercándole las ventajas de las nuevas tecnologías para mejorar sus cultivos. Así, en el ámbito del IoT y Big Data ofrecen BoLoRa, un conjunto de soluciones totalmente integradas que ayudan al agricultor a mejorar la sostenibilidad, eficiencia y productividad de su explotación. Con un hardware de vanguardia, un software potente y un soporte “realmente inigualable”, “nos enorgullecemos de crear y entregar soluciones que capacitan a los agricultores de todo el mundo” reconoce Juan Diego Borrero, promotor de la spin-off.

Asimismo, con su proyecto BoTrace “imaginamos un futuro donde cada producto físico tiene una historia digital, permitiéndole rastrear y verificar sus orígenes, atributos y propiedad”, confiesa Borrero, quien destaca, además, el objetivo de empoderamiento de los agricultores de Bo True Activities mediante sus soluciones BoAgricultor y BoMaps, “que crean valor para el agricultor: gestión de costes y rendimientos, previsión de cosecha, mapas de necesidades…”.

“Debido a la menor rentabilidad de las explotaciones agroalimentarias, el entorno cambiante, y las cada vez mayores exigencias del consumidor y el poder de las cadenas de distribución, los agricultores se están replanteando su modelo de negocio. Y la información es su mejor aliada”, reconoce Juan Diego Borrero.

Buscando importantes ahorros y mejores producciones se encuentra Brioagro, que lleva desde 2014 trabajando en mejoras tecnológicas enfocadas a la agricultura y el riego. “Entender las innovaciones conceptuales no es fácil en este sector, pero cuando se lo acreditas con números, cambia la cosa”, confiesan desde la compañía, especificando que su evolución ha sido introducir el IoT, sensores e Inteligencia Artificial en determinados procesos, concretamente el riego, fertirriego, con más alertas inteligentes de monitorización, de riego o de variables en las que se desarrollan los cultivos.

Así, por ejemplo, en riego hortícola, una vez que tienes la información agronómica apropiada de la especie, ciclo de cultivo y tipo de suelo, “dejas al agricultor regando a su manera durante dos semanas y, tras esos días, siempre de acuerdo con él, dejas al robot de riego inteligente que se encargue del riego, con las limitaciones horarias de manejo agrícola determinadas por el agricultor”, explican, agregando que “en sólo 15 días, empieza a ver ahorros en agua, fertilizantes y energía que, con los agricultores con los que hemos trabajado, no han bajado del 40% y en pruebas en la universidad hemos llegado al 60%”.

Otro ejemplo sería “simplemente” marcando alertas de en qué momento entra una enfermedad, y tratarla cuando se dan esas condiciones y no en la semana “x” del año, con lo que están ahorrando dos tratamientos al año, “con lo que supone de beneficio para el bolsillo y, sobre todo, para el medioambiente”.

También destaca Hidrosoph en tema de riego, una,empresa internacional que proporciona soluciones eficientes de gestión integrada adaptadas a las necesidades de sus clientes en cualquier parte del mundo.

Gracias al método Hidrovolution, junto con su sólida experiencia internacional, los clientes se benefician de una mayor productividad y calidad; ahorro en agua, energía, fertilizantes y pesticidas; consistencia en diferentes estaciones y ubicaciones; así como mejor protección del medioambiente y diferenciación de la competencia. La compañía, que cuenta con un amplio equipo de especialistas en agronomía e irrigación, lanzó en 2009 un software único de irrigación inteligente, Irristrat, simple, integrado, potente y accesible desde cualquier lugar, consistente en una aplicación sencilla e intuitiva que le permite acceder a toda la información en tiempo real, incluyendo imágenes, de lo que está sucediendo con sus cultivos.

“Con nuestras soluciones, integramos todos los datos a nuestro alcance para garantizar el funcionamiento óptimo y el más alto nivel de precisión de nuestro sistema de riego, proporcionando equipos y servicios complementarios. Mediante el tratamiento de una secuencia de imágenes aéreas o satelitales tratadas digitalmente, combinadas con datos de campo y lecturas registradas a través de Irristrat, proporcionamos a los agricultores información valiosa sobre el vigor de las plantas y la uniformidad y consistencia de los cultivos. Nuestros técnicos ayudan a los agricultores a elegir el equipo que mejor se adapte a sus necesidades: estaciones meteorológicas y sensores, sensores de humedad del suelo, temperatura y salinidad, vigor de la planta y equipo de control de riego”, aclaran desde la compañía.

Además, especifican que trabajan en más de 190 modelos de cultivos distintos, tanto al aire libre (tomate industria, maíz, remolacha, olivar, cítricos, frutal hueso, viñedo, almendro,…) como bajo plástico (pimiento rojo, tomate, berries,…), en cultivos anuales y plurianuales.

En toda esta vorágine de avances tecnológicos que están revolucionando la forma en la que trabajan las empresas del sector agroalimentario, la actividad empresarial de Anserlog está relacionada con un punto crítico en el transporte y distribución de alimentos refrigerados: el control de la cadena de frío. De esta manera, su objetivo es el seguimiento en tiempo real de la temperatura, posición e intrusiones de las mercancías, que logran gracias a las últimas tecnologías de monitorización y el envío de datos de los sensores a sus sistemas de información a través de comunicaciones inalámbricas de largo alcance.

Además, indican desde la compañía, están desarrollando software de control de forma específica y particular a los requerimientos de cada cliente, aprovechando también las técnicas de análisis de datos para implantar medidas correctivas, de forma que las empresas puedan disminuir el número de incidencias en el transporte basándose en los datos recopilados durante un periodo de tiempo anual.

Asimismo, están trabajando para conseguir modelos de predicción, “de manera que podamos tener información sobre cuándo se va a producir una rotura en la cadena de frío incluso antes de que ésta tenga lugar. Aunque parezca un futuro lejano, Anserlog ya está dando los primeros pasos y colaborando con organismos de investigación y centros tecnológicos para hacer de esto una realidad, utilizando la última tecnología de monitorización inalámbrica y los últimos avances en tratamiento masivo de datos y técnicas de optimización en tiempo real”, confiesan desde la compañía.

Con el objetivo de facilitar las tareas de recogida de frutos y vegetales a los empresarios agrícolas, en Apleinova (Aplicaciones e Innovaciones Agrarias), como reconoce su gerente José Antonio Martín, “nos dimos cuenta en la trazabilidad de que aún había un importante margen de mejora y hemos estado investigando y desarrollando cuatro años hasta conseguir lo que tenemos hoy, una revolución en las tareas de recogida de la fruta empezando, por ejemplo, por el sector de la fresa y los frutos rojos, que es el primero en el que hemos puesto en práctica el carro manual de pesaje y recogida FR.60. con balanza electrónica”.

De esta forma, han incorporado un elemento 100% tecnológico, fusionándolo con un elemento tan tradicional como los carros de recogida de fruta. “Diseñamos las ruedas y la estructura en acero son más ligeras y resistentes, teniendo que experimentar y desarrollar durante años para llegar a incorporarles una batería de litio de 200 horas de duración, un display LCD digital, una balanza de precisión desarrollada junto al Grupo Epelsa”, matiza Martín.

Por su parte, en el software que incorpora se pueden programar los pesos y márgenes y tiene un identificador de hasta 100 operarios, además de testigos luminosos de tres colores o avisadores acústicos. “Se trata de un sistema de pesaje directamente desde la recolección, sin necesidad de pesar la fruta después hasta tres veces como se hace actualmente, con lo que ahorramos tiempo y dinero, facilitando la labor de los operarios del campo, que tienen ocasión de optimizar su tiempo”, afirma el gerente de Apleinova.

Además, agrega que algunas trabajadoras agrícolas que lo han estado usando “han dicho que trabajar con el FR.60 “supone un abismo”, y se consigue además otro de los elementos cada vez más exigidos por el consumidor: que el producto vaya directamente del campo a la mesa. La balanza electrónica del FR.60 se programa para el tipo de tarrina que va a emplear la empresa o cooperativa y no vuelve a tener ninguna otra manipulación”.

Centrados en el sector del olivar, las soluciones de Alcuza Software redundan en una reducción de costes para la agroindustria olivarera y una mejora de la productividad de los empleados de oficina, liberándolos de procesos repetitivos que pueden ser automatizados, y proporcionando herramientas para nuevas prestaciones de servicios a los agricultores.

Alcuza-Software - EquipoAsí, con AlcuzApp proporcionan a las almazaras un canal de comunicación directo y cercano con los agricultores, ofreciéndoles la información de su cosecha eficaz e instantáneamente a través de su teléfono. “El agricultor tiene siempre información “en tiempo real” de su producción, procedencia de cada entrega con todos sus parámetros agronómicos, favoreciendo que agricultores y almazaras estén siempre conectados”, apuntan desde la empresa, concretando que, desde su teléfono, dispone de todo el detalle de su cosecha de forma organizada, pudiendo realizar reclamaciones de rendimientos y acceder a un gran número de datos de utilidad. “Es instantáneamente informado de cualquier novedad que pueda afectarle: calendarios, entregas, incidencias…”, añaden.

AlcuzApp permite limitar el tiempo que los oficinistas invierten en atender a los agricultores, personal o telefónicamente, para proporcionar datos que pueden ser comunicados de manera directa a través de la app, y reduciendo las inversiones en sistemas costosos como los SMS y el correo postal a lo estrictamente necesario.

La aplicación de la tecnología en el sector agroalimentario es muy variada, y no sólo puede centrarse en la mejora de la producción, sino también en su gestión. Según un estudio de la FAO, cerca de una tercera parte de la producción de alimentos a nivel mundial se desperdicia, 1,3 billones de toneladas de comida perdida. El desperdicio de productos perecederos en nuestros días es un problema, pero, ¿cómo puede resolver la tecnología este problema?

Con este fin surgió AgriClap, una herramienta tecnológica (app + web) que, a partir de una estrategia de geomarketing y geolocalización, ayuda a gestionar los excedentes agrícolas, tanto de pequeños productores como de cooperativas, etc., ofreciendo alternativas para que no acaben en la basura.

Actualmente, forma parte del Proyecto Reto Hambre Cero de Pacto Mundial, donde están ayudando a canalizar excedentes de comida a Bancos de Alimentos. Así, en línea con lo firmado con Reto Hambre Cero, Movatec (Córdoba) y Bancos de Alimentos de Sevilla, esta plataforma sirve de intermediación entre pequeños agricultores de Córdoba y Sevilla para que unos excedentes sean canalizados hacia los Bancos de Alimentos. Estos agricultores utilizan desde su móvil la app para gestionar sus ofertas/demandas de excedentes.

Agriclap desarrolla esta tarea de intermediación con otras grandes empresas productoras, ofreciéndoles alternativas antes de que estos excedentes acaben en la basura. Por ejemplo, ponen en contacto a Cooperativas de El Ejido que tienen excedentes de tomates con empresas de la industria auxiliar para hacer zumos o tomate frito, en Andalucia.

La plataforma funciona por invitación de profesionales del sector agroalimentario o enviando un correo a contacto@agriclap.es.

Por su parte, avanzando en el desarrollo de las plataformas mayoristas de productos hortofrutícolas nació Subafresh, que tenía como reto crear un ERP (Enterprise Resource Planning) online donde el pago y el envío de mercancía estuviera controlado y, además, crear una pasarela de pago que garantizase el cobro y el envío de la mercancía.

La solución tecnológica que pone a disposición de sus clientes, según explica su responsable de sistemas y tecnologías, Jorge Rafael Martí, es la posibilidad de contar con una cuenta de arbitraje y un servicio de peritaje que da cobertura a toda la Unión Europea, “todo esto a través de una pasarela de pago digital desarrollada por nosotros”.

La compañía lleva poco más de dos meses operando después de su salida en septiembre del año pasado. Desde julio, se han registrado más de 800 empresas y se han realizado más de 400 operaciones al por mayor. “Podemos decir que la digitalización de todo un proceso que se venía haciendo de manera muy tradicional está siendo un éxito, siendo el modo de pago y el control de la recepción de la mercancía los apartados que más están valorando los usuarios del portal. Hemos conseguido eliminar el fraude en un 99,99%”, reconoce Martí.

Además, añade que es en Andalucía, y en concreto en las zonas de Almería, Motril (Granada) y Huelva, “donde más flujo de proveedores estamos teniendo; es ahí donde se está registrando la mayor afluencia y movimiento de traders y agentes comerciales dentro del portal”, quien agrega que la segunda zona en importancia “se encontraría en todo el levante español”.

 

Artículo incluido en el número de octubre de Agenda de la Empresa