Investigadores de la Universidad de Málaga desarrollan un proyecto de investigación sobre el Condicionamiento Social de la Disponibilidad Léxica en la Ciudad de Málaga con una muestra de 72 sujetos. Consolex, nombre que recibe el estudio, se financiará con 108.000 euros, dentro de los proyectos de excelencia concedidos por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.

La hipótesis es que existe un condicionamiento estratificacional del vocabulario a disposición de los hablantes. Éste los diferencia en el número, la adecuación y la precisión de las palabras que pueden evocar en ciertos contextos conceptuales y semántico-situacionales. De este modo, las variables que se analizan son la edad, el sexo y la instrucción.
La confirmación de esa premisa partirá del análisis cuantitativo y cualitativo de la relación entre la variación léxica y las variables de hablante consideradas. Este objetivo es novedoso, puesto que no existe hasta el momento un estudio de la disponibilidad léxica de los hablantes de una ciudad completa , revela el responsable del proyecto, Juan Andrés Villena Ponsoda.

Desde 1993, el grupo de investigación Vernáculo Urbano Malagueño, de la Universidad de Málaga (UMA), realiza un análisis sistemático de las variedades lingüísticas de dicha ciudad. Su labor se caracteriza por poseer un enfoque fundamentalmente social. Prestan especial atención a aquellos rasgos del lenguaje que reflejan el origen y las características sociales de los hablantes.

La investigación sociolingüística se aleja un poco de la que se suele realizar en las Facultades de letras. Nuestro trabajo es fundamentalmente empírico , manifiesta el profesor de la UMA. Manejamos datos objetivos, que son los enunciados reales que producen los hablantes en su contexto social . A partir de ahí se desarrollan estudios objetivos. Éstos incluyen, en el campo de la fonética, investigación en laboratorios o análisis espectrográficos.

Para llevarse a cabo, estos estudios, pioneros en Andalucía, siguen un protocolo establecido. En primer lugar, se diseña un programa de investigación que consiste en un cuestionario y en la selección de una muestra. El siguiente paso es la realización del trabajo de campo propiamente dicho, que incluye la grabación de entrevistas. Posteriormente, éstas se transcriben, informatizan y analizan con programas estadísticos, según unas variables seleccionadas.