La Generalitat diseñará un plan global para la mejora de las infraestructuras, la movilidad y el transporte en la Comunitat Valenciana hasta 2030 buscando la participación y el consenso para conseguir un gran acuerdo que supere el “cortoplacismo” de los periodos legislativos.

Así lo ha anunciado el president de la Generalitat, Ximo Puig, en una comparecencia ante los medios de comunicación en el Palau de la Generalitat tras la reunión de trabajo para la elaboración de la estrategia de movilidad ‘Uneix’ a la que también ha asistido la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador.

FOTO_1_UNEIX“Este gran acuerdo -ha explicado Puig- debería significar que las infraestructuras estuvieran al margen de la coyuntura”. El president ha señalado que es necesario que haya una nueva estrategia “basada en el consenso y en el diálogo”.

“Es evidente que cada Gobierno puede poner el acento en una situación o en otra, pero deberíamos conseguir un gran acuerdo que nos llevara a 2030 sabiendo cómo vamos a desarrollar las grandes infraestructuras que mejoren la movilidad de los ciudadanos”.

En ese sentido, el jefe del Consell ha recalcado la importancia de desarrollar un proyecto no basado en el cortoplacismo, la arbitrariedad o el amiguismo, sino en “criterios objetivos que mejoren, por una parte, la competitividad de las empresas y por otra, la movilidad entre las personas y la superación de los desequilibrios territoriales y las desigualdades que existen en nuestra comunidad”.

“Esta -ha destacado Puig- es la manera de generar certidumbre para los inversores, las empresas y los ciudadanos que, cada día, tienen que ir a trabajar”, para impulsar “las políticas de crecimiento, de apoyo a la creación de empleo” y “mantener el estado del bienestar”.

“Necesitamos que el sector público haga un aporte superior al que ha hecho durante estos años”, ha incidido Puig, quien, en este sentido, ha lamentado que “a pesar de las promesas, que esperemos que algunas se concreten en el próximo presupuesto”, la inversión en infraestructuras del Gobierno central esté “en mínimos históricos”. “La realidad de los hechos hasta hoy es que no se ha invertido la tendencia: es que ha ido a peor en los últimos cinco años de una manera ostensible”.