En torno a un tercio de las decisiones de consumo de los hogares vienen condicionadas por su propio consumo en periodos anteriores (hábitos internos) y otro tercio aproximadamente por la de su grupo de referencia (hábitos externos), según el estudio del Banco de España ‘La influencia del entorno social en las decisiones de consumo de los hogares en España’.

Así, señala que los resultados refuerzan la importancia de la proximidad geográfica del grupo social de referencia en las decisiones de consumo.

Basándose en la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE) entre 1985 y 1997, emplea la variable de consumo relativa a los bienes no duraderos, es decir, alimentos, alcohol, tabaco, servicios y otros, como el gasto en calefacción, el transporte público y privado, bienes para el cuidado personal, y los bienes semiduraderos, como la ropa y el calzado, que, en conjunto, representan el 80% del consumo total.

Los hábitos externos se definen como el nivel de consumo promedio de la sección censal de cada hogar, excluyendo el gasto del propio hogar y los hábitos internos, como el consumo del hogar en el trimestre anterior.

Desde el organismo señalan que estos resultados “están en línea con los encontrados en la literatura disponible a escala internacional”. Así, detalla que para la economía estadounidense, Maurer y Meier (2008) estiman que entre un 11% y un 44% de las decisiones de consumo de los hogares vienen determinadas por el consumo del grupo de referencia, mientras que Ravina (2007) lo cifra en un 30%. Más recientemente, para la economía danesa, De Giorgi et al. (2016) encuentran un efecto del 30% cuando se circunscribe el grupo de referencia únicamente al entorno laboral.