El nivel de tolerancia entre fumadores y no fumadores ha aumentado en España en los últimos años, según una encuesta realizada a principios de mayo por CLAU CONSULTORS para el Club de Fumadores por la Tolerancia. El sondeo, de ámbito nacional, refleja que la mayoría de los españoles cree que los fumadores son cada vez más respetuosos con los derechos del no fumador. El estudio ha analizado los grados de tolerancia y cortesía existentes entre fumadores y no fumadores con el fin de determinar las pautas que rigen las relaciones entre ambos colectivos en la convivencia diaria.

Los resultados de la encuesta Tolerancia y cortesía entre fumadores y no fumadores 2004, permiten extraer que se ha producido una evolución positiva en la actitud de respeto de los fumadores hacia los no fumadores. Así el 55% de los encuestados considera que los fumadores son cada vez más respetuosos. Esta opinión es superior entre los fumadores (67,4%) frente a la posición de las personas que no fuman, entre las cuales, el 50,8% opina que ha aumentado el respeto.

Como indicadores de este respeto pueden apuntarse actitudes como preguntar, en presencia de gente que no fuma, si se molesta al encender un cigarrillo. Un 63,5% de los fumadores españoles afirma llevar a la práctica esta pauta de cortesía siempre o casi siempre y más del 95% de los fumadores encuestados dice reaccionar cortésmente cuando se le pide que evite fumar.

Los españoles, muy tolerantes:
Los datos apuntan que el respeto es mutuo, ya que 9 de cada diez entrevistados, tanto fumadores como no fumadores, se definen como personas tolerantes con la gente cuyas creencias, ideas o valores son diferentes de los suyos. Respecto a las opiniones de los no fumadores españoles, cabe destacar que nueve de cada diez de ellos afirma no haber sentido nunca rechazo hacia una persona por el hecho de que fume (6,8% lo ha sentido alguna vez y 3,8% muy a menudo). El respeto y la tolerancia entre ambos colectivos parece claro en este sentido y es que el 70% de los fumadores españoles afirma no haberse sentido nunca rechazado por el hecho de ser fumador.

En cuanto a las diferencias observadas por las diversas variables de segmentación no se aprecian datos estadísticamente significativos en los índices de tolerancia y respeto que rigen las relaciones entre un colectivo y otro si bien las mujeres, especialmente las más jóvenes, son las que se muestran más molestas ante el consumo de tabaco.

Opinión sobre las restricciones al consumo:
La encuesta permite concluir que la polémica suscitada por políticas antitabaco como la norteamericana, a la que se ha sumado recientemente Irlanda, está muy viva en España. Un 52,7% de los ciudadanos opina que no es necesario incrementar las prohibiciones al consumo de tabaco, aunque un 46,2% es partidario de que estas medidas aumenten. Estas opiniones se matizan a la hora de preguntar a los entrevistados sobre la conveniencia de restringir el consumo de tabaco en los distintos espacios de desarrollo de la vida cotidiana. Así el 68,8 % del total es partidario de la autorización del consumo de tabaco en bares y cafeterías mientras que, respecto al lugar de trabajo, existe una opinión muy dividida ya que el 50 % del total de la muestra piensa que no es necesario que se prohíba fumar en estos centros.

Lo cierto es que del total de los encuestados, tanto fumadores como no fumadores, coinciden mayoritariamente en que existen lugares públicos donde debería prohibirse fumar como centros de salud (91,8%), centros educativos (88,4%) y transportes públicos (89,3%). En estos lugares, solo entre un 6 y un 9% apunta a la autorización y solo en zonas restringidas.

La opinión del Club:
El Club de Fumadores por la Tolerancia, asociación ciudadana sin ánimo de lucro, lucha por difundir la convivencia pacífica mediante la tolerancia, la educación, el respeto y el entendimiento entre ambos colectivos. Se pretende conseguir acomodar los derechos y la cortesía de los fumadores con los derechos y la tolerancia de los no fumadores en el contexto de una política basada en el respeto mutuo. Con respecto a los impuestos recaudados del tabaco, el Club de Fumadores por la Tolerancia considera que el precio del tabaco no debe seguir aumentando como medida para reducir su consumo.