Los economistas de la OMC prevén que el crecimiento del volumen del comercio de mercancías descienda a un 2,6% en 2019, frente al 3% en 2018. Si se aliviasen las tensiones comerciales, el crecimiento del comercio podría repuntar en 2020, hasta el 3%.

La Organización Mundial del Comercio prevé este año una mayor expansión en las economías en desarrollo (3,4% en el caso de las exportaciones y 3,6% en el caso de las importaciones) que en las economías desarrolladas (2,1% en el caso de las exportaciones y 1,9% en el caso de las importaciones). En 2020, el crecimiento del comercio mundial debería repuntar ligeramente, hasta el 3%, y el crecimiento de las economías en desarrollo (3,7% en el caso de las exportaciones y 3,9% en el caso de las importaciones) debería superar nuevamente al de los países desarrollados (2,5% en el caso de las exportaciones y 1,9% en el caso de las importaciones) (cuadro 1). Los riesgos siguen siendo sobre todo riesgos de baja, y las posibilidades de mejora dependen de una relajación de las tensiones comerciales.

El director general de la OMC, Roberto Azevêdo, afirmó: “Teniendo en cuenta que las tensiones comerciales van en aumento, nadie debería sorprenderse de estas perspectivas. El comercio no puede desempeñar plenamente su función de impulsor del crecimiento ante niveles tan elevados de incertidumbre. Es cada vez más urgente que resolvamos las tensiones y nos centremos en trazar una vía favorable para el comercio mundial que responda a los verdaderos desafíos de la economía actual, como la revolución tecnológica y la necesidad imperiosa de crear empleo e impulsar el desarrollo”.

Desde el organismo señalan que “resulta difícil cuantificar las repercusiones de las tensiones comerciales en las corrientes comerciales actuales puesto que depende del carácter de las medidas que se propongan y de si se llegan a aplicar o son solo amenazas. La amenaza de medidas también puede tener efectos reales al aumentar la incertidumbre y desincentivar la inversión”.