La Cámara de Comercio de Sevilla retrocedió ayer 17 de mayo en el tiempo para volver a su lugar de origen, al Archivo General de Indias, lugar donde fue creada el 13 de junio de 1886. En el salón Grande de la entonces Casa Lonja, donde se reunieron 86 comerciantes, industriales y navieros para constituir la Cámara de Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla. De la misma manera, los herederos de aquellos fundadores se dieron cita en el mismo lugar para conmemorar sus más de 100 años de historia fundacional.

El presidente de la Cámara, Francisco Herrero, fue el encargado de transmitir a los asistentes al encuentro cómo fue el desarrollo de aquella primera reunión en la que se citaron “los representantes del dignísimo comercio sevillano que habían comprendido la importancia que con el tiempo habrían de alcanzar las Cámaras de Comercio, solicitando agruparse para alcanzar una legítima influencia en los centros gubernamentales y pedir que se dieran garantías para vivir una vida de libertad”. Herrero argumentó que desde entonces, estas instituciones se han consolidado en su importante labor ejerciendo de intermediarias en la representación, promoción y defensa de los intereses generales del comercio, la industria y la navegación y en la consolidación del tejido económico del país. “Como otras cámaras españolas, la de Sevilla fue avanzadilla en la recuperación y en la normalización de las relaciones económicas con otros países, favoreciendo la apertura de nuevos mercados”.

Una Institución que es “heredera de todas aquellas que le precedieron desde que en 1367 se creara la Universidad de Corredores de Lonja, el Consulado de Cargadores de Indias, el Consulado Marítimo y Terrestre, y el Tribunal de Comercio, y que es un ejemplo claro de continuidad histórica del quehacer del comercio, la navegación y la industria, que desde mediados del siglo XVI en adelante, hicieron de la ciudad una plaza mercantil española y europea de primer orden. Y que la convirtieron en capital de Andalucía y durante dos largos siglos, en cabecera de un imperio”, rememoró el Herrero.

Dicha herencia es la base de la Cámara de Comercio de Sevilla, que durante más de 100 años “ha logrado consolidarse como una institución que promueve, canaliza y hace realidad iniciativas y propuestas empresariales que han servido para la mejora económica y social de la ciudad y la provincia”, una labor reconocida por la Medalla de la Ciudad que el Ayuntamiento de Sevilla le ha concedido a la Institución, hecho que agradeció públicamente su Presidente.

Herrero no quiso terminar su intervención sin transmitir las ganas de la Cámara por continuar con su labor pese a la actual situación económica. “La Cámara afronta una nueva etapa. Ahora nos queda continuar trabajando teniendo siempre presente nuestra permanente vocación de servicio a las empresas. Y cumpliendo con nuestra histórica vocación de representación, promoción y defensa de los intereses generales del Comercio, la Industria y la Navegación”.

Miguel Sánchez Montes de Oca fue el encargado de pronunciar el Elogio de la Cámara, a través de un apasionado recorrido por la historia del siglo XIX y las circunstancias que rodearon la creación de la institución, el azaroso siglo XX, y las dificultades actuales. El conocido humanista destacó “la historia ejemplar, de excelencia y eficiencia de la Cámara”, así como su carácter pionero e innovador, “al ser la primera que a nivel nacional estableció un centro de formación empresarial con un amplio programa de actividades que abarca desde una escuela de negocios a la formación ocupacional”.

Sánchez Montes de Oca cerró su discurso asegurando que la Cámara se encuentra “ante un reto, que es una oportunidad” para vivir otros 125 años: “Ello exige una labor creativa, innovadora, adaptada a la realidad actual. Pero para crear hay que creer, y para creer, hay que crear”.

Julio Cuesta, presidente de la comisión organizadora, dio lectura al manifiesto de compromiso de la Cámara con Sevilla.

Por su parte, el Alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido transmitió a los asistentes al encuentro su compromiso con la Cámara, “una institución que a lo largo de todos estos años ha demostrado con creces su compromiso ineludible no sólo con los empresarios, sino también con la sociedad sevillana a través de múltiples actos”. Una implicación recíproca que aseguró el Alcalde es “recíproca por parte del Ayuntamiento. Quienes dirigen esta institución lo saben de sobra, y seguiremos trabajando juntos para potenciar ese talento comercial y empresarial sevillano que nos posibilite crear la confianza suficiente y las condiciones adecuadas para fomentar el empleo en nuestra ciudad”.

Seguidamente, el Presidente del Consejo Superior de Cámaras, Manuel Teruel hizo hincapié en la importancia de la permanencia de las Cámaras para continuar apoyando y defendiendo los intereses empresariales. En este sentido, insistió en el papel fundamental que juegan las Cámaras en la ayuda y apoyo a las empresas en su expansión internacional.

Unas declaraciones a las que se unió el Presidente del Consejo Andaluz que hizo entrega de la medalla del Consejo a la Cámara en conmemoración de sus 125 años de existencia.

La Banda Sinfónica Municipal de Sevilla puso la nota de color al evento con una obra musical de excepción y la interpretación de “Mi Tierra” obra regalada a la Cámara de Comercio de Sevilla con motivo de su 125 Aniversario, por su autor, el compositor sevillano Marcelo Durán López.