Se podrá visitar hasta el 14 de julio

La Sala de Exposiciones Temporales de la Fundación CajaGranada en el Centro Cultural Memoria de Andalucía alberga‘El Barroco en la Fundación Cajasol’, una muestra temporal que podrá ser visitada de manera gratuita hasta el próximo 14 de julio en horario de martes a sábado, de 11 a 14 y de 18 a 20 horas, mientras que los domingos y festivos serás de 11 a 14 horas (lunes cerrado).

Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, asistió a la inauguración junto a la presidenta de CajaGranada Fundación, María Elena Martín-Vivaldi Caballero; Fernando Bueno, director-gerente de CajaGranada Fundación, y Miguel Arjona, comisario de la exposición, que incluye obras de autores como Alonso Cano, Zurbarán, Valdes Leal, Murillo, así como diferentes tapices del siglo XVIII de gran valor e interés artístico.

La exhibición, una pequeña pero excelente muestra de tapices barrocos realizados en Flandes y Francia, son trabajos de la segunda mitad del siglo XVII muy representativos del período por sus temáticas y tratamiento en las composiciones, destacan los dos paños de una misma serie llamado La generosidad de Ester y El buen gobierno de Débora, tejidos en Brujas, ambos son deudores en su opulento diseño con columnas salomónicas, ricas guirnaldas y cartelas de la serie diseñada por P. P. Rubens. A comienzos del siglo XVII, Sevilla era una de las ciudades más populosas y opulentas de Europa, cabecera aún de la Carrera de Indias y del comercio de ultramar, en sus calles se mezclaban pícaros y magnates con religiosos y comerciantes, conformando un entramado social propicio para el desarrollo del nuevo espíritu barroco bajo los dictados ideológicos de la Contrarreforma.

Todavía gozaba de esa grandeza y singularidad reflejada tan bien en la literatura de la época: Cervantes, Mateo Alemán o Lope de Vega, nos describen el ambiente de la gran metrópoli de Castilla en los albores del siglo. En palabras del historiador A. Domínguez Ortiz: “Sevilla seguía ejerciendo el papel de capital natural, de capital intelectual y económica de la nación, hasta que los desastres de España menguaron la potencia y brillo de la urbe andaluza”. Este declinar a lo largo del siglo de la ciudad hispalense lo provocaron las sucesivas crisis económicas y políticas, unidas a la terrible epidemia de peste de 1649 que mermó su población en más de un cuarenta por ciento.

La escuela barroca sevillana se formará en este caldo de cultivo de múltiples cambios y curiosamente a medida que disminuye el esplendor económico y social, en lo artístico se dan las cotas más elevadas del estilo. Es el siglo de Zurbarán y Alonso Cano, de Bartolomé Esteban Murillo y de Juan de Valdés Leal, grandes pintores todos ellos presentes en esta muestra con fondos seleccionados de la Colección Cajasol.