“La reducción de la morosidad es uno de los elementos cruciales para dejar atrás los efectos de largo plazo de la crisis”

El esfuerzo de desendeudamiento del sector privado y las favorables condiciones de financiación con unos tipos de interés en mínimos históricos han permitido que la tasa de morosidad haya caído este año hasta el 5,09% (último dato disponible, correspondiente a octubre), el nivel más bajo desde 2009.

Funcas ha elegido esta cifra como ‘El dato de 2019’ por la importancia que supone para la economía en general y para el sector financiero en particular, puesto que “la reducción de la morosidad es uno de los elementos cruciales para dejar atrás los efectos de largo plazo de la crisis”, según explica Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas.

En su opinión, esta tendencia se debe a que “la demanda ha sido moderada y la oferta prudente y condicionada por una exigente regulación de solvencia. En general, un apreciable esfuerzo del sector privado”, apunta. La tasa de morosidad alcanzó máximo histórico en diciembre de 2013, en plena crisis económica, cuando se situó en el 13,61%. El saldo de créditos impagados llegó a superar los 197.000 millones de euros frente a los 60.790 millones actuales, lo que supone un descenso del 69%.