El prototipo, ubicado en Dinamarca, entrará en funcionamiento en enero de 2021

Siemens Gamesa está desarrollando el primer proyecto piloto en el mundo capaz de conectar un aerogenerador a un electrolizador y operarlo en “modo isla”, sin conexión a la red eléctrica. Con este proyecto, Siemens Gamesa está abanderando uno de los formatos clave para las instalaciones de hidrógeno verde del futuro, que podría aplicarse tanto con parques onshore como offshore.

Ubicada cerca de Brande, al oeste de Dinamarca, la instalación incluye un aerogenerador de Siemens Gamesa de 3 MW, que producirá electricidad limpia para alimentar un electrolizador de 400 kW, responsable de dividir el agua en sus dos componentes: oxígeno e hidrógeno. Está previsto que las primeras pruebas se realicen en diciembre y que la producción de hidrógeno verde comience en enero de 2021.

La compañía ha firmado recientemente un acuerdo con la empresa danesa Everfuel, para la distribución del hidrógeno 100% verde producido por esta instalación en su red de estaciones de servicio en Dinamarca. Se calcula que, una vez esté en funcionamiento, este proyecto piloto de un solo aerogenerador será capaz de producir el hidrógeno necesario para unos 50-70 taxis cada día.

“El hidrógeno verde puede convertirse en la respuesta a cómo descarbonizar el sistema energético y solucionar la crisis climática. Nuestros aerogeneradores ya contribuyen de manera fundamental a este reto, pero con el potencial de almacenamiento que ofrece el hidrógeno, podremos descarbonizar otras industrias clave. Este es un proyecto trascendental y estoy orgulloso de que el talento y compromiso de nuestros empleados nos permita liderar este desafío. Este es el futuro”, ha subrayado Andreas Nauen, CEO de Siemens Gamesa.

El hidrógeno verde es un combustible 100% sostenible y versátil, que se puede almacenar y transportar. Representa una enorme oportunidad hacia la transición verde, al impulsar la transformación del sistema energético: el hidrógeno verde se puede generar en cualquier lugar y se utiliza en sectores muy difíciles de descarbonizar, como la aviación y el transporte marítimo, o industrias pesadas, como la siderurgia, la química y el vidrio. El hidrógeno también contribuye a la reducción de las emisiones a nivel nacional y empresarial.