Durante el primer trimestre de 2013 hemos asistido a la publicación de información relativa al comportamiento de los principales indicadores de coyuntura, al tiempo que se han dado a conocer estimaciones importantes del cuarto trimestre del pasado año. Atendiendo a los datos de Contabilidad Nacional Trimestral, el PIB andaluz finalizó 2012 registrando una caída trimestral del -1,1% (tres décimas superior a la registrada en el trimestre previo), lo que supone un retraimiento de la economía andaluza del -2,6% en términos interanuales, un retroceso superior al registrado en España (donde el PIB cayó un -1,9% en ese mismo trimestre). En el conjunto del pasado ejercicio, el PIB andaluz habría retrocedido un 1,7%, 0,3 p.p. más que el agregado de la economía española (-1,4%). Esta trayectoria no parece que pueda verse sustancialmente mejorada a la luz de las perspectivas para  2013. La Comisión Europea prevé para España un ritmo de retraimiento del -1,4%, que sería más elevado: -1,6%, según Funcas. Para Andalucía, las previsiones de la Consejería de Economía de la Junta apuntan una caída del PIB andaluz del -1,2% para 2013, situándose, según Analistas Económicos de Andalucía en el -1,6% para este año.

Gráfico a Analistas Económicos de Andalucía
Gráfico de Analistas Económicos de Andalucía

Esta contracción de la actividad económica se ha visto acompañada de una pérdida de empleo neto que, medido en términos de la Contabilidad regional, se sitúa en Andalucía en torno a un 5% en 2012, es decir, unos 162.041 puestos de trabajo (equivalentes a tiempo completo). Pero no todo son sombras. Algunos indicadores como ventas al por menor o efectos impagados han reflejado una desaceleración en su caída, a lo que hay que sumar los logros en materia de reducción del déficit público. También cabe subrayar la trayectoria moderada de los precios (de la inflación subyacente y descontada la subida de impuestos registrada) y, de los costes de producción, tal y como pone de manifiesto los resultados de la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral. La combinación de ambos efectos está contribuyendo positivamente a una mejora de la competitividad, lo que constituye una de las condiciones imprescindibles para salir de la crisis en la que aún estamos inmersos. Las perspectivas apuntan a que este comportamiento se mantendrá a lo largo del año. En concreto, se espera que en ausencia de movimientos bruscos del precio en euros del petróleo y de otras materias primas, los niveles de inflación actuales se contengan moderadamente en los próximos meses. En este sentido, la mayoría de las previsiones recientes anticipan que la inflación a finales de 2013 podría situar por debajo del 1,5%, lo que contribuiría a reducir el diferencial con nuestros principales socios comerciales.

La mayor capacidad competitiva de la economía andaluza (y española), tiene su mejor reflejo en la corrección de nuestro déficit exterior, por lo que parece plausible que, bajo la ausencia de sobresaltos (como el provocado en los mercados financieros tras el rescate de Chipre), que el pulso de la actividad vaya recobrándose a lo largo de los próximos trimestres, y que a finales de 2013 se puedan atisbar los primeros signos positivos en la variación trimestral del PIB, que harían algo más alentador el devenir de la economía andaluza en 2014.

Analistas Económicos de Andalucía