Según desvela un nuevo estudio europeo de Iron Mountain, el 46% de los departamentos de TI insistirán en almacenar los datos para tenerlos a mano en dispositivos que puedan ver, tocar y controlar, si éstos son confidenciales, delicados, críticos para la empresa, se usan frecuentemente, están sujetos a normativas estrictas, son de reciente creación o tienen un valor potencial para la empresa.
El término “defensor de los servidores” (‘server hugger’) fue acuñado en 2011 por Forrester para describir este deseo de almacenar al alcance de la vista y refleja una permanente cautela a la hora de trasladar datos fuera de las instalaciones de la empresa o a la nube. Iron Mountain ha llevado a cabo entrevistas en profundidad a profesionales de las TI en Alemania, España, Francia, Países Bajos y Reino Unido, revelando que esta mentalidad está aún muy extendida, a menudo debido a motivaciones muy legítimas, pero que las cosas están empezando a cambiar.
Un tercio (37 %) de los encuestados incluyen ahora la nube como parte de una solución de almacenamiento híbrida on y offsite, en cinta, disco o en la nube, y un 8% planea introducir el almacenamiento en la nube durante los próximos 12 a 24 meses. Un volumen de datos creciente y una mayor concienciación de la seguridad y de los beneficios de la nube son los dos impulsores de esta tendencia, pero algunos sectores, entre los que se incluyen la sanidad, la industria y los servicios financieros, aún son cautos.
Una empresa británica del sector de la sanidad con menos de 250 empleados explica que almacena todo en sus instalaciones porque simplemente “no se nos permite almacenar los datos en otro sitio”; asimismo, un comercio minorista con un número similar de empleados dice que almacena todos sus datos en sus instalaciones porque son demasiado delicados e importantes para la empresa como para ponerlos en riesgo.
En los Países Bajos, una empresa de servicios financieros de menos de 100 empleados afirma conservar todos sus datos en servidores en sus instalaciones para protegerlos mejor. “Nuestro tipo de negocio no se puede permitir ninguna brecha de datos”. Sin embargo, también hay ejemplos opuestos. Una empresa holandesa de telecomunicaciones de más de 1000 empleados dice que no tiene ningún sentido que los empleados tengan acceso frecuente a un servidor antiguo y lento: su trabajo se ralentizaría y, consecuentemente, el de la compañía”. Esta empresa confía ahora en un servicio privado en la nube para almacenar sus datos.
Una empresa de servicios en Francia con más de 1000 empleados confía en una solución híbrida de almacenamiento que incluye la nube, aunque han decidido conservar copias de seguridad de la información que más usan en sus instalaciones para no tener que pagar un alto coste en la recuperación de datos.
En España, una compañía del mismo sector, con menos de 250 empleados, se enfrenta al mismo reto de cómo gestionar los cada vez mayores volúmenes de información de forma más eficiente. “Ahora mismo tenemos una tasa de almacenamiento de datos alarmante. A las medidas de reducción presupuestaria que tenemos, se añade el poco control de la cantidad de datos que producimos”. La empresa está evaluando en la actualidad opciones de almacenamiento en la nube.
Una empresa del sector de los medios de comunicación en Alemania con más de 500 empleados explica que sus prioridades en relación a los datos han cambiado durante los últimos años. “Debido al creciente volumen de datos no estructurados, nuestro objetivo se ha trasladado desde la protección de datos y riesgo hacia un almacenamiento de datos rentable”. La compañía tiene su propio centro de datos y utiliza también cintas, la nube pública, servidores internos y discos duros digitales en un entorno seguro.
“En el contexto actual dominado por el Big Data, donde el valor de la información se valora cada vez más, el almacenamiento de datos se ha convertido en un aspecto esencial para el negocio, en comparación con el papel secundario que tenía hace un tiempo”, comenta Ignacio Chico, Director General de Iron Mountain. “Los profesionales de las TI con los que hemos hablado consideran que almacenar datos de forma correcta es un arte y no una ciencia exacta. Da la impresión de que la mayoría de ellos se sienten más a gusto si pueden ver y tocar sus racks de almacenamiento de datos, a menudo debido a motivos realmente importantes para la empresa. Sin embargo, cada vez hay más riesgos para la seguridad, así como una creciente necesidad de extraer el valor total de la información, lo que hace que el almacenamiento en servidores situados en las propias instalaciones se convierta en algo insostenible a largo plazo. Recomendamos a los responsables de TI que garanticen una transición a una plataforma híbrida que incluya un centro de datos en una localización externa segura y soluciones en la nube”.