Sturm & Drang en el 300 aniversario de KPhE Bach

 

Extraordinaria actuación del violonchelista y director Christophe Coin y del violinista Dmitry Sinkovsky

 

«Bach es el padre, nosotros somos los hijos» (Franz Joseph Haydn sobre Karl P.E.Bach)

 

Fundada en 1995 por Barry Sargent y Ventura Rico, la OBS se sitúa en el primer nivel de las agrupaciones españolas que se dedican a la interpretación de la música antigua con criterios historicistas. El nivel de calidad alcanzado no es ajeno a la colaboración de las figuras que han asumido la responsabilidad musical de sus actividades: Gustav Leonhardt, Christophe Coin, Jordi Savall, Christophe Rousset, Rinaldo Alessandrini, Monica Huggett, Harri Christophers, Pierre Cao, Diego Fasolis, Juanjo Mena, Josep Pons, Hiro Kurosaki, Enrico Onofri …

 

Orquesta Barroca de Sevilla
Orquesta Barroca de Sevilla

Su versatilidad interpretativa y su interés por la recuperación del patrimonio musical han determinado que a sus programas, cuidadosamente seleccionados, se incorporen tanto las grandes obras del repertorio universal como aquéllas que, por su calidad musical intrínseca, son merecedoras de un conocimiento generalizado por parte de los públicos. La OBS, además de la intensa actividad que desarrolla en Sevilla y Andalucía, está presente en importantes festivales y escenarios europeos. Asimismo, ha grabado para importantes sellos discográficos, amén de poseer el suyo propio (OBS-Prometeo), habiéndole sido concedido en 2011 el Premio Nacional de Música, otorgado por el Ministerio de Cultura de España, al que hay que añadir el Premio Manuel de Falla, el Premio Fest-Clásica, así como una Distinción Honorífica del Ayuntamiento de Sevilla.

 

Hasta aquí, la síntesis informativa que recoge la intensa trayectoria de una de las agrupaciones españolas de  mayor prestigio y cuya labor se desarrolla en el ámbito de una sociedad tan poco receptiva que vive de espaldas a la música, una sociedad incapaz de consolidar un proyecto a medio y largo plazo que permita hacer planes para el futuro y vivir sin sobresaltos. Valga como ejemplo la cesión in extremis de la sala Joaquín Turina para acoger este concierto, y ello merced a la buena gestión del Ayuntamiento, enfrentado al ‘desahucio’ promovido por la antigua Cajasol, la misma entidad que hace unos años interrumpió de forma abrupta el espléndido ciclo anual de música de cámara, modélico en España. Sobreponiéndose, pues, a toda clase de vicisitudes, la Orquesta Barroca de Sevilla ha logrado captar la admiración y la fidelidad de un público especialmente adicto y respetuoso que, curiosamente, apenas tose, ni interrumpe con aplausos extemporáneos, tal como sucede en otras audiencias.

 

Con motivo del III centenario del nacimiento de Karl Philipp Emanuel Bach, la OBS ofreció un programa bajo el sugerente epígrafe de Sturm und Drang (Tempestad y lucha), en referencia al movimiento surgido en Alemania a finales del siglo XVIII como reacción contra el racionalismo y el clasicismo. La interesante sesión incluía sendos Conciertos para violonchelo y orquesta del músico alemán (en La menor, Wq.172 y en Si bemol Wq.171), junto a obras de autores poco conocidos, como el castellano García Fajer, conocido como Lo Spagnoletto, que habría de reformar la música sacra en España, y Carlos Ordóñez,  que fuera violinista de la Capilla Imperial de Viena.

 

En cuanto a la personalidad musical de Karl Philipp -con más de 700 composiciones en su haber- aunque importante, es completamente distinta de la de su padre, siendo una de las  más destacadas de la segunda mitad del XVIII. Como principal representante en Alemania del estilo galante francés, Karl Philipp preparó el advenimiento del clasicismo vienés y sus obras contribuyeron al progreso de la técnica de la composición, sobre todo en el dominio de la sonata, apartándose de la intensa polifonía de Johann Sebastian para conservar sólo su riqueza armónica,  apareciendo en el umbral de la nueva música como precursor de Haydn y Mozart, sobre los que ejerció gran influencia, e incluso de Beethoven, especialmente en la sonata y en el lied. No es de extrañar, pues, que en el siglo XVIII el «Bach de Hamburgo» fuera más conocido que su padre, el «kantor» de Leipzig. Christophe Coin, Dmitry Sinkovsky y la Barroca fueron, una vez más, los intérpretes ideales en este maravilloso recorrido por una música que no envejece.

 

Miguel Fernández de los Ronderos