Bajo el título, “Multas de tráfico, ¿recaudación o reeducación?”, la Fundaciómultan Línea Directa ha presentado hoy un estudio en Madrid que pretende dar respuesta a esta pregunta y analizar el impacto en la seguridad vial y la percepción social sobre las sanciones de tráfico. Para ello, ha analizado más de 770.000 multas registradas y aportadas por la aseguradora Línea Directa durante los últimos cinco años (2009-2014).

Además, la Fundación Línea Directa ha querido conocer la opinión de los conductores españoles sobre las sanciones y su utilidad a través de 1.200 entrevistas realizadas en todo el territorio nacional.
Tras analizar los datos de la DGT, una de las primeras conclusiones del estudio es que, pese al descenso de la movilidad y el estancamiento del parque de vehículos, las multas de tráfico impuestas por este organismo crecieron un 80% durante los años de la crisis, pasando de ser 16 millones entre los años 2000 y 2006 a superar los 29 millones entre 2007 y 2013.

Las causas de este fenómeno tan complejo no hay que achacarlas únicamente a una mera intención recaudatoria, sino al endurecimiento del sistema sancionador que supuso la entrada en vigor del carné por puntos y que, junto con otras medidas, ha posibilitado una reducción del 65% en el número de fallecidos. Además, tras el repunte inicial que supuso este cambio, en los últimos 2 años se confirma una tendencia a la baja en el número y en la cuantía de las sanciones debido a la menor movilidad, la mayor concienciación y algunas medidas como el pronto pago o las campañas de vigilancia contra el alcohol y las drogas.

Otra dato a destacar es que, pese a que el 60% de los españoles considera que la DGT es la Administración que más recauda y más sanciona, los datos analizados por la Fundación Línea Directa desmienten claramente esta creencia. De hecho, las cifras arrojan una conclusión sorprendente: los Ayuntamientos españoles multan 6 veces más que la Administración central hasta alcanzar el 75% del total de las sanciones de tráfico, un porcentaje equivalente a 26 millones de multas al año.

Por tipología, el exceso de velocidad (50%) es la conducta más sancionada, seguida de las multas por aparcamiento (38%) y a más distancia, el incumplimiento del deber de identificar al conductor en caso de pérdida de puntos, que, pese a no entrañar peligro alguno en la carretera, son las más costosas en términos económicos, ya que pueden llegar a multiplicar por tres la multa inicial.

El perfil del sancionado es el de un hombre de 35 a 44 años, con experiencia como conductor y reincidente. De hecho, cerca de 1,2 millones de conductores han sido sancionados más de 5 veces a nivel nacional. El importe medio de las sanciones asciende a 208 euros.

Para Francisco Valencia, Director General de la Fundación Línea Directa, “pese a que, en algunos casos, es entendible el enfado de algunos conductores, no debemos juzgar las sanciones en términos tan negativos. El aumento de la frecuencia de las multas se enmarca dentro de un sistema de regulación que, junto con otras muchas medidas, ha propiciado una reducción del 65% en el número de fallecidos de la última década. Además, en contra de lo que la gente puede pensar, la Dirección General de Tráfico está muy lejos de ser la administración que más sanciona, ya que sólo pone el 15% del total de las multas”.
La Fundación Línea Directa también ha dibujado un mapa de España para conocer cuáles son las Administraciones que más sancionan a los conductores. Para ello, se han analizado todas las multas registradas y aportadas por la aseguradora Línea Directa durante los últimos cinco años (2009-2014).

De acuerdo con los resultados del análisis, aproximadamente el 3% de los vehículos que circulan por nuestras carreteras son sancionados cada año. Por organismos, las Jefaturas Provinciales de Tráfico de Teruel (32,3%) y Cuenca (20,9%) y el Servei Territorial de Trànsit de Girona (13,7%), son, proporcionalmente, los organismos que más multan. En el lado contrario se sitúan las Jefaturas de Almería (1,18%), Zamora (1%) y Álava (0,26%), con una frecuencia muy inferior a la media nacional.

En Andalucía, además de Málaga, se encuentran por encima de la media nacional: Córdoba, con un 3,3% y Sevilla con un 3,1%. El resto de las provincias de esta comunidad están por debajo del promedio: Huelva, con un 2,6%; Jaén, con un 2,1%, Cádiz, con un 2%, Granada, con un 1,5%, y por último, Almería, con un 1,18%.

Por su parte, Barcelona, Madrid y San Sebastián copan los primeros puestos del Top 10 de los Ayuntamientos donde más se sanciona a los conductores. Un ranking en el que aparecen 3 consistorios de la comunidad andaluza: el de Granada, en el quinto puesto; el de Huelva, en el séptimo lugar y el de Sevilla, en la décima posición.