Seis años después de que se pusiera en práctica “la supuesta liberalización eléctrica, los consumidores califican este proceso con un suspenso sin paliativos: ni mejores precios, ni mejor información, ni mayor calidad del servicio”.

Según los datos de la encuesta “ Los consumidores y la liberalización eléctrica: conocimiento y satisfacción” de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu), el 92% considera que la liberalización eléctrica sólo ha beneficiado a las compañías eléctricas. Además, cerca del 90% de los consumidores “no cree que se pueda hablar de verdadera libre competencia porque no hay posibilidad de cambio de distribuidora, y es en este eslabón donde se producen las mayores desventajas”.

El 42% de los consumidores admite pasar privaciones para poder pagar la luz, “graves” en el 14% de los casos: es decir, algo más de 280.000 usuarios sufren carencias severas. Al 92% de los consumidores no le parece fiable y transparente el proceso de formación del precio que se paga por la electricidad y el 83% considera que es muy superior a lo que debe costar un servicio básico e imprescindible.

Además, el déficit tarifario “es otro “gol” de las grandes compañías, a juicio de los usuarios: el 97,5% de los consumidores no está de acuerdo en que se haya reconocido este supuesto déficit ya que el precio de la luz debería haberse ajustado a los costes reales y, por tanto, se trataría de una deuda irreal”.

El bono social también supone un ahorro desconocido por cerca del 90% de los entrevistados, quienes denuncian no haber recibido información adecuada sobre el mismo y respecto a las condiciones para acceder al mismo, al 82% no les parece bien que estas condiciones no cubran todas las situaciones de necesidad.