La Comisión ha propuesto una nueva estrategia de comercio e inversión para la Unión Europea, con el título ‘Comercio para todos: Hacia una política de comercio e inversión más responsable’.

Según datos de la CE, ya hay más de treinta millones de puestos de trabajo que dependen de las exportaciones fuera de la UE y el 90% del futuro crecimiento mundial se producirá fuera de las fronteras de Europa. “Una nueva estrategia que haga más eficaces los acuerdos comerciales y que genere más oportunidades servirá para fomentar el empleo en Europa”, apunta.

La nueva estrategia constituye además una respuesta directa al intenso debate que está teniendo lugar en torno al comercio en la UE, en especial acerca de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) que se está negociando con los Estados Unidos.

La nueva estrategia hará que la política comercial de la UE sea más responsable, basándola en tres principios fundamentales:

– Eficacia: asegurarse de que el comercio realmente cumpla su promesa de generar nuevas oportunidades económicas. Eso significa abordar las cuestiones que afectan a la economía actual, incluidos los servicios y el comercio digital. Significa también proporcionar a las pymes, los consumidores y los trabajadores europeos los medios y la información necesarios para que puedan aprovechar plenamente la apertura de los mercados y adaptarse a ella.

– Transparencia: abrir las negociaciones a un mayor control público mediante la publicación de sus textos clave, como se ha hecho con las negociaciones de la ATCI.

– Valores: salvaguardar el modelo social y de reglamentación europeo dentro de la Unión. Utilizar con ese fin los acuerdos comerciales y los programas preferenciales como palancas para promover, en todo el mundo, valores europeos como el desarrollo sostenible, los derechos humanos, el comercio justo y ético y la lucha contra la corrupción. Eso significa incluir las normas anticorrupción en los acuerdos comerciales de la UE y velar por que nuestros socios comerciales establezcan disposiciones sobre las normas laborales fundamentales, como son el derecho de los trabajadores a organizarse y la supresión del trabajo infantil. Supone asimismo redoblar los esfuerzos para garantizar la gestión responsable de las cadenas de suministro.

Para que la estrategia de comercio de la UE sea responsable, es necesario además un programa actualizado de negociaciones comerciales que pueda ayudar a configurar la globalización en beneficio de los ciudadanos y las empresas de Europa y de fuera de Europa:

– que dé prioridad a la conclusión de los grandes proyectos en curso como la Ronda de Doha de negociaciones de la OMC, la ATCI, el acuerdo de libre comercio UE-Japón y el acuerdo de inversión UE-China;

– que abra la puerta a nuevas negociaciones en la región de Asia-Pacífico (como los acuerdos de libre comercio con Australia, Nueva Zelanda, Filipinas e Indonesia) y prevea intensificar las relaciones de la UE con los socios africanos; se trata concretamente de pedir a los Estados miembros de la UE que otorguen un mandato para entablar negociaciones de libre comercio con Australia y Nueva Zelanda;

– que modernice los acuerdos de libre comercio vigentes con México y con Chile, así como la unión aduanera con Turquía.

La estrategia de comercio responsable de la UE no debe perder de vista los grandes retos de nuestro tiempo. Por eso, “así como la Agenda Europea de Migración pide que se utilicen mejor las sinergias entre los distintos ámbitos de actuación con el fin de incentivar la cooperación de terceros países en cuestiones de migración y refugiados, la política comercial debe tener en cuenta el marco de actuación para el retorno y la readmisión de inmigrantes en situación irregular y, en su caso, la facilitación de visados”.