El seguro español entrega una paga todos los meses a 208.832 personas. Y lo hará hasta que fallezcan. Estas personas son las beneficiarias de las rentas vitalicias colectivas constituidas por 63.268 empresas repartidas por todo el país. Estos son algunas de los datos que ofrece un estudio incluido en la Memoria social del seguro 2014.

El seguro español, proveedor de rentas vitalicias es un trabajo que reúne información de 22 aseguradoras de vida. Estas entidades desembolsaron en 2013, ejercicio de referencia de la muestra, una cantidad de 1.536 millones de euros.

Si se toma en consideración el número de beneficiarios, el resultado es una renta anual media de 7.358 euros por persona. Si esta cuantía se reparte en 12 plazos, se traduce en una renta mensual de 613 euros. Entre tanto, si se divide en 14 pagas, el desembolso asciende a 525,56 euros.

Las empresas contratan las rentas vitalicias colectivas y los beneficiarios del producto son sus empleados. La mayor parte de las compañías que constituyen estos programas de ahorro-previsión se encuentran ubicadas en Cataluña (33,3%), Madrid (32,8%) y Asturias (23,5%).

Sin embargo, los perceptores de dichas rentas vitalicias -es decir, los antiguos trabajadores- no residen necesariamente en la misma comunidad autónoma donde se encuentra la sede central de su antigua empresa. La dispersión se hace patente puesto que un 20,3% vive en Cataluña; en Madrid otro 14,2%; en Asturias el 11,7%, y en Andalucía un 10,2%.

Una renta vitalicia es una operación financiera y actuarial por la cual es posible garantizar a un beneficiario el pago de una cantidad periódica (por ejemplo, mensual) durante toda su vida. Es decir, es una póliza que asegura unos ingresos periódicos a una persona independientemente del tiempo que pueda llegar a vivir y de cómo fluctúen los mercados. Para recibir esta renta, la persona entrega una determinada cantidad de ahorro a una entidad aseguradora.