Germán López Lara, responsable del sector Energía y Medio Ambiente en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA)

Agenda de la Empresa: ¿Qué podemos esperar en un futuro de las innovaciones en energía?

Germán López Lara: Es innegable que existe una necesidad imperiosa de modificar el sistema energético actual, altamente carbonizado, y conseguir un sistema más sostenible, limpio y eficiente. Durante los últimos años se han tomado diversas medidas en esta dirección, si bien queda mucho por hacer. Considero que las innovaciones tecnológicas que aparecerán en el futuro, como de hecho está sucediendo durante los últimos años, contribuirán a alcanzar este objetivo global, si bien es muy deseable que estos avances tecnológicos consigan significativamente mayores cuotas de penetración en los mercados energéticos, y de forma mucho más rápida. Esta necesaria rápida descarbonización del sistema energético requiere de la aparición de innovaciones tecnológicas disruptivas, pero también de un empleo mucho más masivo por parte del conjunto de la sociedad de las tecnologías actualmente disponibles, así como de la adopción continuada de medidas encaminadas a fomentar tecnologías que minimicen las emisiones de gases de efecto invernadero. El futuro sostenible al que debemos dirigirnos implica reforzar una serie de áreas como son el apoyo a las tecnologías energéticas con baja o nula emisión de gases de efecto invernadero y al ahorro y la eficiencia energética.

CTA 1A.E.: ¿Dónde es más urgente innovar en energía?

G.L.L.: Se está observando una clara tendencia a un mayor uso de la electricidad en el sistema energético. Esta mayor electrificación del sistema, en prácticamente todos los ámbitos: transporte, residencial y servicios, industrial, etc., debe ser tenida en cuenta en las futuras innovaciones. En este contexto, jugarán un papel cada vez más importante las energías renovables cuya capacidad de generación eléctrica ha aumentado significativamente. No significa esto que vayan a desaparecer las tecnologías basadas en combustibles convencionales, pero sí es esperable que su contribución disminuya, y más aún con la implementación  de innovaciones en medidas de ahorro y eficiencia energética. Con relación a la generación eléctrica renovable, en la actualidad destacan la energía eólica, con un potencial especialmente elevado de innovación en el ámbito offshore, y las tecnologías solares tanto fotovoltaica como termoeléctrica. Debido al carácter intermitente de las fuentes renovables, la aparición de innovaciones ligadas a facilitar la gestionabilidad -capacidad de adaptar la producción de energía a la demanda- es una clara necesidad de mercado. En este sentido, los avances en diversos sistemas de almacenamiento (eléctrico, térmico, electroquímico, mecánico) son uno de los claros ámbitos en los que se producirán innovaciones que tendrán amplio calado en la implantación masiva de sistemas basados en recursos energéticos renovables. Hay muy diversos actores avanzando en estas áreas y, exclusivamente por poner un ejemplo por el carácter mediático que ha alcanzado en los últimos tiempos, se puede mencionar el desarrollo tan variado que está teniendo lugar en las baterías (con una amplia variedad de tecnologías dependiendo de la aplicación: generación distribuida, vehículos eléctricos, etc.). Es conveniente tener en cuenta que para alcanzar el éxito comercial es necesario abordar no solamente las fases tempranas de la I+D sino también actividades de innovación que contribuyan a conseguir demostrar la viabilidad comercial de los desarrollos científicos. Es un reto y una necesidad imperiosa llevar al mercado las innovaciones en energía y CTA trabaja con sus empresas miembros en esta dirección.

A.E.: ¿Cómo puede el sistema energético influir en el desarrollo de las Smart cities?

G.L.L.: La Smart City es un concepto amplio, pudiendo definirse como una ciudad que adopta tecnologías innovadoras para ofrecer mejores servicios y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Entre los diferentes aspectos que incluyen las Smart Cities, se encuentran los sistemas energéticos eficientes, que disminuyen el consumo de energía, y sostenibles (basados en energías renovables), el empleo de sistemas de transporte inteligente, la incorporación de las TIC, etc. Entre los aspectos energéticos que se deben considerar en una Smart City para considerarla como tal deberían encontrarse la utilización de redes inteligentes (Smart Grids), de sistemas de almacenamiento energético, de sistemas eficientes en edificios y empleo de sistemas de transporte sostenible. Es un hecho contrastado que la población mundial se está moviendo hacia las ciudades y éstas son las que consumen la mayor parte de la energía del planeta, con grandes emisiones de gases contaminantes. Es, por tanto, una clara necesidad gestionar de manera eficiente este crecimiento masivo y de ahí la preocupación por conseguir ciudades inteligentes. Cada vez va a haber más prosumers (productores y consumidores de energía al mismo tiempo), que querrán optimizar la producción y el consumo sin afectar al confort. Por eso, es necesaria la implementación de dispositivos cada vez más inteligentes. La tendencia es acercarnos a ciudades optimizadas gracias a las TIC (medición inteligente del consumo de energía, redes de comunicación inteligentes, movilidad sostenible, iluminación eficiente, etc.).

A.E.: ¿En qué situación está la Smart City en España?

G.L.L.: España ha sido pionera a nivel mundial con el desarrollo de una red española de ciudades inteligentes, entre las que se encuentran las principales capitales de provincia andaluzas y donde ha tenido un papel protagonista la ciudad de Málaga, con un proyecto de demostración de cómo conseguir una gestión más eficiente de la energía en las ciudades.

A.E.: ¿De qué forma la Smart Energy puede ayudar a la mejora medioambiental?

G.L.L.: Si entendemos por Smart Energy el sistema energético que se está desarrollando en torno a las Smart Cities, es evidente que contribuirá a la mejora medioambiental en la medida en que, como he comentado, son sistemas más eficientes y sostenibles, que ajustan de manera inteligente el consumo de energía y tienden a la adopción de energías renovables, que disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero, reducen la dependencia energética y contribuyen al desarrollo económico-social.

A.E.: ¿Qué servicios ofrece CTA que puedan interesar más a las empresas del sector energético?

G.L.L.: Nuestra intención es solucionar cualquier problema o necesidad que les surja a las empresas en el proceso de la innovación. La Corporación ayuda a las empresas a planificar una estrategia de innovación desde la identificación de sus necesidades de I+D+i a la formulación de los proyectos o la búsqueda de socios y la financiación necesaria para llevarlos a cabo. Además, ha desplegado una serie de servicios adicionales, entre los que a las empresas del sector energético puede interesar especialmente el apoyo en procesos de compra pública innovadora o en la internacionalización de la I+D+i, entre otros. Dentro de nuestro servicio de asesoramiento en estrategia de I+D+i, últimamente estamos teniendo una alta demanda de apoyo en el programa Instrumento Pyme de la Comisión Europea.

 

BIO: Ingeniero industrial, Germán López Lara cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector energético, especialmente en I+D+i, transferencia de tecnología, innovación y gestión. Es profesor asociado del Departamento de Ingeniería Energética de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla y evaluador experto independiente de la Comisión Europea para el programa H2020. Fue Director Técnico de la Agencia Andaluza de la Energía, donde trabajó durante más de 10 años. Master of Science por la Universidad de Swansea y Máster en Técnicas de Energías Renovables por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), es autor de varias publicaciones sobre instalaciones solares y colabora ocasionalmente como columnista en medios de comunicación especializados en economía y energía.

 

Inmaculada Sánchez

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN EL NÚMERO DE MARZO DE LA REVISTA AGENDA DE LA EMPRESA. SMART ENERGY: HACIA LA EFICIENCIA ENERGÉTICA