La morosidad empresarial se incrementó en 2015 hasta situarse en 93,5 puntos, casi dos puntos por encima del registro de finales de 201, lo que rompe la tendencia a la reducción de los tres últimos años, según se recoge en el Boletín de Morosidad y Financiación Empresarial que edita Cepyme, en colaboración con la Dirección General de Industria y de la Pyme.

Si bien el período medio de pago se redujo hasta los 79,7 días en el último trimestre de 2015 (81,4 días en el trimestre anterior), el crédito comercial en mora se elevó un 2,8%, hasta situarse en el 71,3%, frente al 68,5% registrado en el trimestre anterior.

Esta situación refleja que la deuda comercial en retraso se concentra en mayor medida en plazos superiores a los 30 días sobre el período legal de pago, mientras que desciende el período medio de pago. En cualquier caso, como refleja el informe, persiste la dificultad para que se produzcan reducciones de envergadura en estos parámetros, en ausencia de cambios estructurales, como nuevas reducciones de los períodos legales de pago o mayores penalizaciones por incumplimiento de los mismos.

Así, el período medio de impago de las facturas denunciadas volvió a repuntar en el segundo semestre de 2015, situándose en 1.069 días, más de 140 días por encima del mínimo de 920 días registrado en 2012.

El coste financiero de la deuda comercial se mantuvo en torno a los 1.000 millones de euros, equivalente al 0,1% del PIB, si bien esta cantidad es 500 millones inferior a la alcanzada a finales de 2011.

El Boletín destaca también que la Administración General del Estado es la que menos incurre en retrasos en los pagos, con cerca de 15 días por encima del período legal establecido en 30 días. El peor comportamiento se produce entre las comunidades autónomas, con una demora sobre el plazo legal de cerca de 45 días.