Presente y futuro de la I+D+i en nuestro país: una panorámica del director general de IDC para España, José Antonio Lorenzo

Agenda de la Empresa: ¿En qué punto se encuentra España en el desarrollo de I+D+i?

José Antonio Lorenzo: La inversión en I+D+i, tanto pública como privada, en España sigue estando por debajo de la media europea, lo que hace que las empresas españolas estén en inferioridad de condiciones para poder competir con nuevos actores, que están utilizando la tecnología como elemento diferenciador.

JALA.E.: ¿Y en Europa, cómo se sitúa España?

J.A.L.: La buena noticia es que los programas públicos de inversión en innovación han cambiado la tendencia de recortes que hemos estado viendo hasta el año 2015. En 2016 se ha contemplado un ligero incremento de un 0,36%, respecto a 2015, para programas de I+D+i en los Presupuestos Generales del Estado del 2016, pasando de los 6.395 millones de euros en 2015 a los 6.425 millones en 2016. La noticia menos buena es que este importe nos sigue dejando en el furgón de cola en materia de inversión en innovación en Europa, por debajo de países como Hungría o Estonia y muy alejados de los países del norte de Europa, cuya inversión pública está por encima del 3% de su PIB, mientras que la nuestra está alrededor del 1,2% de nuestro PIB. Cuando realizamos este análisis desde la perspectiva de la inversión privada, la situación no es mucho mejor. Tanto en términos de dinero invertido, como de su peso dentro del total de inversión en I+D+i, la inversión privada en España es menor que la media europea y muy alejada de los países que lideran el ranking de inversiones en programas de innovación. El sector privado alemán representa un 64% del total de la inversión en innovación que se realiza en Alemania, mientras que en España no supera el 52%. Desde IDC pensamos que es necesario que los responsables públicos y privados trabajen juntos para desarrollar una estrategia de I+D+i sólida y estable en el tiempo, con inversiones alineadas a las necesidades reales del mercado y en línea con las que están realizando los países líderes de la UE en esta materia. Si esto no ocurre, estaremos en alto riesgo de quedarnos descolgados de la 4ª Revolución Industrial que estamos viviendo, poniendo en peligro la supervivencia de muchas empresas, la creación de muchas otras y por tanto, la creación de puestos de trabajo. Los países que más invierten en innovación son los que tienen menores tasas de paro.

A.E.: ¿Cuáles son las empresas más punteras en I+D+i en España, en Europa y en el mundo?

J.A.L.: Hay distintos criterios para realizar el ranking de empresas más innovadoras. Si utilizamos la combinación de dos criterios: el del dinero invertido en I+D+i y el de qué porcentaje representa esta inversión respecto a los ingresos de la compañía, las empresas más innovadoras en 2015 fueron a nivel mundial, entre otras: Intel, Microsoft. Roche, Samsung. Pero esto no siempre se cumple. En muchas ocasiones, las empresas que más invierten en I+D no son las más innovadoras. Si nos fijamos no sólo al criterio de cuánto dinero se invierte, sino también al de cómo se realiza, articula y gestiona la innovación, las compañías más innovadoras serian otras. En este caso, destacaríamos a Tesla, Xiaomi, Illumina, Apple o Google. En cuanto a las empresas españolas, si volvemos a utilizar el criterio de cuanto invierten en innovación y como la articulan internamente, señalaríamos a Telefónica, BBVA e Inditex.

A.E.: Inversión en I+D+i: ¿Cómo mejorarla, no sólo en cantidad, sino también en calidad, estableciendo prioridades, etc.?

J.A.L.: Desde IDC pensamos que no sólo es importante la cantidad de dinero que se invierte, sino también cómo se articula y gestiona internamente la innovación. En línea con esto, descartaríamos al menos tres líneas de trabajo. La primera sería disponer de un Programa de Innovación global para toda la organización, liderado por la más alta dirección, que cuente con objetivos y plazo claros y con presupuesto y recursos suficientes para poderlo abordar. Es necesario eliminar los silos y desarrollar la innovación para que forme parte del ADN de todas las personas que trabajan dentro de la organización. Sólo así se podrá contar con una estrategia exitosa de I+D+i. También habría que entender que la innovación ya no sólo está dentro de la organización y que cada vez se está haciendo más necesario el trabajar con recursos externos a nuestras organizaciones. Por tanto, es necesario contar con líderes dentro de las organizaciones que estén abiertos a colaborar y a entender que, en muchas ocasiones, sus colaboradores externos no sólo van a estar trabajando para ellos, sino que lo pueden estar haciendo también para la competencia. Y, por último, habría que poner en marcha programas de identificación, captación y retención de talento. El talento es un bien escaso y las organizaciones no se pueden permitir el perderlo o no tenerlo.

A.E.: Las pymes tienen más dificultades para acceder a la I+D que la gran empresa. ¿Posibles soluciones?

J.A.L.: El problema para acceder a financiación de forma ágil, sencilla y con unas condiciones asumibles, sigue siendo uno de los quebraderos de cabeza que tiene la pequeña y mediana empresa española. En opinión de IDC, es necesario que España disponga de un Plan Nacional de Innovación, consensuado entre todos los grupos parlamentarios, que permita contar con un marco de actuación e inversión claro y sostenido en el tiempo. Este Plan deberá de tener en cuenta las particularidades de la pequeña y mediana empresa, buscando la simplificación y la agilidad en conceder financiación, a unas condiciones que permitan que la empresa siga creciendo.

A.E.: Previsiones de futuro para España…

J.A.L.: Desde IDC opinamos, que es necesario que el próximo gobierno de España desarrolle un Plan Nacional de Innovación que permita tener un marco de trabajo estable y sólido, consensuado por la mayoría de los partidos políticos, con representación parlamentara y coordinado con las distintas CC. AA., para poder desarrollar la innovación en España. Este plan debe de tener como eje fundamental el desarrollo de la transformación digital, tanto para las empresas privadas como públicas. Este plan debería de contemplar al menos: mayores inversiones, tanto públicas como privadas, en I+D+i para acercarnos a la media de la Unión Europea. Es fundamental que se incentive la inversión privada en innovación, hay que  fomentar la cooperación público-privada,  el desarrollo de la comunidad científica, y reforzando la carrera investigadora. Es necesario frenar la fuga de talento y establecer medidas que ayuden al retorno de los científicos que han tenido que abandonar España en los últimos años y, por último, llevar a cabo acciones específicas para las pymes. La innovación se ha convertido en una pieza clave para poder desarrollar y completar con éxito el proceso de transformación digital en el que se encuentran inmersas las empresas públicas y privadas. Si no se potencia la innovación, muchas empresas españolas se verán con serias dificultades para sobrevivir en un mercado altamente globalizado y competitivo, donde es imprescindible contar con nuevos modelos de negocios con base tecnológica.

 

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Anna Conte