Extremadura es la región que mejor cubre sus necesidades de electricidad con fuentes de energía procedentes del sol (termosolar y fotovoltaica), concretamente un 65% del total de la demanda en el año 2015, según ha anunciado el consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro.

20160928_primeraPara el consejero, Extremadura es “un referente internacional y “no hay ninguna otra región en el mundo que se aproxime” a este porcentaje de cobertura de la demanda eléctrica con fuentes procedentes del sol. Así, ha señalado ese dato como una de las conclusiones más destacadas del Balance Eléctrico de Extremadura 2015, un estudio elaborado por su departamento con la colaboración de la Agencia Extremeña de la Energía y Red Eléctrica de España.

Para Navarro, la electricidad producida “a partir del sol” es la que tiene un mayor potencial de futuro en Extremadura, ya que, en términos absolutos, la región es la segunda mayor productora de ese tipo de energía procedente de tecnología termosolar (muy cerca de la primera que es Andalucía). Asimismo, en electricidad procedente de tecnología fotovoltaica Extremadura es la tercera región productora, por detrás de Castilla-La Mancha y Andalucía.

Navarro comparó además el porcentaje de cobertura de la demanda de estas dos comunidades con el de Extremadura: si en el caso de Andalucía el porcentaje de cobertura de la demanda eléctrica con fuentes solares se sitúa en el 9,5 por ciento, en el de Castilla-La Mancha se eleva al 23%.

Más producción que demanda en renovables

El consejero ofreció también como dato destacado el hecho de que la cobertura de la demanda eléctrica en Extremadura con fuentes de energía renovables (es decir hidroeléctrica y biomasa además de termosolar y fotovoltaica,) se situara en el 104% en el año 2015; es decir, la producción de electricidad procedente de estas fuentes fue superior a la demanda.

Para el consejero, las cifras que ofrece Extremadura en cuanto a la producción de electricidad procedente de energías renovables son fruto de las políticas energéticas que su pusieron en marcha entre los años 2007 y 2011, que se caracterizaron por “un esfuerzo incentivador” y por “un esfuerzo inversor” por parte de la iniciativa privada.

Sin embargo, ha añadido, esas políticas sufrieron un retroceso a partir del mes de enero de 2012 con la llegada del Gobierno de Mariano Rajoy, que, a su juicio, ha llevado una política energética “absolutamente equivocada” y “antirrenovables”, algo que contrasta con el desarrollo de estas energías que se ha producido en el resto del mundo.