La Refinería La Rábida de Cepsa ha concluido con éxito su primera parada programada del año, con una inversión realizada que ha ascendido a 30 millones de euros.

Según ha informado la compañía, tras 24 días de trabajo, la Unidad de Hydrocracker, en la que se han centrado la mayor parte de las intervenciones, se encuentra ya a pleno rendimiento.

Durante la parada se ha llevado a cabo el cambio de catalizador de esta esta unidad destinada a la producción eficiente de gasóleo, y de otras dos plantas de hidrógeno de la Refinería. Igualmente, se ha procedido a la limpieza de hornos de varias unidades y a la inspección oficial de la Planta de Azufre; y se han ejecutado nuevos proyectos de ingeniería destinados a mejorar la seguridad, la eficiencia y el nivel de innovación y tecnología de las plantas.

Para llevar a cabo los trabajos programados, se ha contado con una media de 700 trabajadores diarios de empresas contratistas, a los que habría que sumar el personal propio de Cepsa.