El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha avanzado este jueves en la rueda de prensa del Consello el inicio de la tramitación del decreto que creará y regulará las Unidades de Asesoramiento y Gestión de Explotaciones Agrarias, un órgano que mediará entre ganaderos y agricultores para que aquellos que decidan cesar de su actividad pongan a la disposición de otros profesionales sus tierras y otros activos, como las construcciones y equipaciones que habían tenido esas granjas en activo.

Feijóo afirmó que esta iniciativa pretende evitar el abandono de tierras e instalaciones, al tiempo que aumenta la base territorial de otras granjas, haciéndolas más grandes y competitivas.

image_galleryCon el objetivo de que haya una Unidad en cada provincia, el presidente del Gobierno gallego explicó que el primer paso para su creación será incorporar al Registro de Explotaciones Agrarias de Galicia un nuevo apartado denominado Sección de explotaciones susceptibles de intermediación. “De este modo, tendremos de manera permanente una plataforma que detecte y facilite el contacto entre los propietarios de parcelas agrícolas que lo dejan y aquellos que quieren ampliar”, dijo, a lo que añadió que además de actuar la instancia de los interesados, la Xunta actuará también de oficio.

Sobre este punto, subrayó que el primer encargo de las Unidades será realizar un rastreo de las explotaciones que se encuentran en esta situación, relacionando los bienes muebles e inmuebles y todos los elementos que podrán pasar a formar parte de dicha sección.

Una vez detectadas esas explotaciones, se propondrá a los titulares a inclusión en el listado de activos que se puedan poner a la disposición de aquellos otros propietarios que precisen más tierras o algún elemento de la antigua explotación. Así, las personas interesadas en el arrendamiento o adquisición de explotaciones agrarias tendrán un instrumento público que les permitirá conocer qué explotaciones agrarias pueden ser compradas o arrendadas.

“Echamos a andar, por lo tanto, un instrumento que debería estar puesto en marcha en unos cinco meses y que puede ser muy útil para que las explotaciones que cierren puedan seguir teniendo vivas las tierras y los activos que sean aprovechables; y para que las explotaciones que siguen funcionando puedan tener opciones de hacerse más grandes y más competitivas”, precisó.