La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha lamentado el “desplome” del trabajo autónomo en noviembre, tras caer la cifra en 7.000 personas.

Según han señalado, el desplome del sector de la hostelería y el comercio “lastran las afiliaciones de nuestro colectivo a la Seguridad Social en noviembre”, con 3.700 y 5.000 bajas respectivamente, amortiguadas por la crecida en los sectores de educación, actividades profesionales y científicas y las actividades sanitarias y de servicios sociales, con un incremento de 2.000 activos en total.

“Urge tomar medidas que palien la sangría que está suponiendo para los dos principales sectores del trabajo autónomo y se frene la indudable desvertebración de la economía de pueblos y ciudades”, señalan desde la organización, apuntando que “detrás de estas circunstancias sigue estando la nula toma de decisiones que en los ámbitos municipales y autonómicos debieran de adoptar las administraciones más cercanas a los ciudadanos”.

Para Eduardo Abad, secretario general de la Unión de profesionales y trabajadores autónomos, “en el caso de la hostelería ya no se puede sustentar la caída únicamente en los aspectos relacionados con la temporalidad, el problema en sí obedece al recorte en el consumo de las familias y además, a la llamada a emprender que provocan las bonificaciones actuales destinadas al inicio de la actividad y que en muchos casos lo que están provocando es una puerta giratoria. Estas ayudas son utilizadas por personas sin la mínima cualificación profesional para iniciar una actividad en un sector tan competitivo como el hostelero, por lo que los índices de abandono son realmente alarmantes, en un ejemplo evidente y notorio del efecto de la burbuja del emprendimiento”.