Gas Natural Fenosa redujo su huella de carbono un 1,5% lo que confirma el compromiso de la multinacional energética con la lucha contra el cambio climático. La huella de CO2 incluye el inventario de las emisiones de todas las actividades de la compañía en todos los países en los que está presente e incorpora tanto las emisiones directas, asociadas a las actividades que son controladas por la empresa, como aquellas indirectas, que no siendo generadas en fuentes controladas por la compañía son consecuencia de sus actividades.

 

Salvador Gabarró, presidende Gas Natural
Salvador Gabarró, presidende Gas Natural

Este descenso está enmarcado en las previsiones de la compañía que contempla reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, sobre Alcance 1 y 2, en un 15% en el periodo 2009-2014. Respecto a 2009, estas se redujeron un 10% si bien en relación al ejercicio inmediatamente anterior, el de 2010, se registró un ligero incremento del 3,6% debido a la aplicación de las medidas legales para incentivar el consumo de carbón español, mucho menos eficiente en términos de emisión de carbono a la atmósfera.

Avanzada a las exigencias europeas

Así la compañía incluye en su último Informe de Huella de Carbono, que publica desde 2009, el máximo nivel de alcance adelantándose a las exigencias en materia ambiental en las que trabaja la Unión Europea para regular la evaluación de la huella de carbono. El Alcance 3 incluye, principalmente, las emisiones indirectas derivadas de cada uno de los sistemas de los ciclos de vida, que no pueden ser controladas por la compañía o que no tienen relación directa con las actividades de la misma. Los reportes de información vienen marcados por Value Chain Accounting and Reporting Standard del GHG Protocol.

GAS NATURAL FENOSA incluyó por primera vez en 2011 el máximo nivel de reporte de Alcance 3 en sus informes de huella de carbono adelantándose así a otras empresas del sector energético a nivel internacional y a las pautas en las que trabaja la Unión Europea para regular la evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a empresas, productos o servicios. La normativa en la que actualmente trabaja Europa busca unificar bajo un criterio único los datos de gestión ambiental que remiten las compañías y analizarlos así bajo parámetros comparables.